El nuevo presidente del PP nacional, Pablo Casado, asistirá a la comida que se está organizando en València para dar el pistoletazo oficial al nuevo curso político. Será una comida y tendrá lugar después del Debate de Política General, en concreto, el sábado 22. Será la segunda vez que Casado coincide con Bonig y la plana mayor popular después del congreso extraordinario que lo convirtió en presidente, un proceso en el que no contó con el respaldo oficial del PP de la Comunidad Valenciana, que trabajó a favor de Saénz de Santamaría. La victoria de Casado ha dado oxígeno a los críticos a Bonig, pero la tensión del primer momento ha bajado. Todo apunta a que casado enviará un mensaje de respaldo a la líder regional del PP.

Todo ello con un mensaje en el que Bonig continuará agirando el conflicto catalán. Los populares valencianos se estrenaron en su papel de oposición al nuevo Gobierno del Botànic repartiendo estopa a todos los partidos de izquierda, pero con el foco puesto en los responsables de Compromís. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y el conseller de Educación, Vicent Marzà, fueron durante años los responsables, en boca del PP, de todos los males que acechaban a la Comunidad, mientras que al presidente Ximo Puig se le atacaba por ser considerado cómplice de los «radicales», pero al que se le tendía la mano para pactar. Con la llegada del socialista Pedro Sánchez al Gobierno central y con el PP nacional también en la oposición, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y los suyos se han visto más libres para subir el tono de sus críticas, pero ahora es Ximo Puig, quien está en la diana.

Se acercan las elecciones y, la foto actual de la política española es un PSOE que repunta y un Ciudadanos que ha perdido fuelle, pero que sigue rentabilizando mejor que el PP el problema catealán. En este contexto, Bonig reunió ayer al partido (cita con el consejo político, el grupo parlamentario y comida con presidentes provinciales) para fijar la estrategia de cara al último curso político. Y como quedó en evidencia en su comparecencia ante la prensa el enemigo es Puig. A él directamente responsabilizó de un gobierno «cansado, agotado, sin ideas y que sólo está pensansdo en como mantenenerse en el sillón». Bonig hizo un repaso muy crítico de la legislatura del Botànic, en especial en el ámbito educativo, pero dejó claro que el problema no el del conseller: «No se trata de Marzà, el responsable es Puig», aseguró en alusión tanto al cuestionado modelo del plurilingüismo, el valenciano, los barracones y el conflicto con los interinos.

Es su andanada contra el presidente, Bonig agitó la cuestión catalana. Para la presidenta del PP es Puig es el responsable de «permitir la catalanización» de la Comunidad. «Bloc y Compromís no engañan, el que engaña es Ximo Puig», a quien Bonig ve más cerca del PSC de Miguel Iceta que del PSOE de Susana Diaz. Incluso exigió al presidente de la Generalitat que se pronunciara sobre las palabras del presidente de las Cortes, Enric Morera, a favor de la puesta en libertad de los exconsellers del Gobierno de Puigdemont. Junto a la educación, el conflicto catalán seguirá en el discurso popular en una precampaña que puede darse por inaugurada.