La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, señaló ayer que las discrepancias en el seno del Consell la pasada semana han sido «cuestiones puntuales, lecturas diferentes» y que la política «no es una cuestión de ordeno y mando, es una cuestión de llegar a acuerdos, saber dialogar, transigir, escuchar». Y ese debate, resaltó, «a veces tampoco está mal que sea en público». En una entrevista en Europa Press Televisión, Oltra señaló ayer que los dos puntos de fricción -el voto del techo de déficit y la comisaría especializada de violencia de género- «no van a traer más trascendencia» y reiteró que «las diferencias de opiniones no son malas, lo malo es cuando solo decide uno».

«Si dos siempre están de acuerdo en todo es porque uno piensa por los dos, aquí todo el mundo tiene que pensar por sí mismo y esa inteligencia ponerla al servicio de un proyecto común, eso exige debate y divergencia», incidió.

Preguntada sobre las diferencias en torno a la comisaría especializada en violencia de género en la Ciudad de la Justicia de València, en virtud del acuerdo entre la Conselleria de Justicia y el Ministerio de Interior, admitió no haber hablado con la titular de Justicia, Gabriela Bravo, tras el reproche público sobre las competencias que le espetó en Twitter, pero que coincidirán en el pleno del Consell y lo harán.

Ese proyecto ·era lo que planteaba el anterior gobierno del PP, querían emplazarlo en la Ciudad de la Justicia y nuestra directora general (de mujeres) tuvo varias reuniones en el sentido de intentar convencer para que el emplazamiento fuera anexo al Centro Mujer 24 Horas», explicó. De ahí la sorpresa de que con este gobierno «se anunciara un acuerdo, cuando la directora general había estado trabajando en otro sentido y cuando las competencias en esta materia son de la Conselleria de Igualdad», dijo, al tiempo que señaló que va a seguir trabajando en su proyecto y en una reunión con el nuevo delegado del Gobierno en la Comunidad, Juan Carlos Fulgencio.