n La resolución de la Conselleria de Hacienda deja claro que los nombramientos de personal temporal sólo podrán tener duración máxima de un año y que la persona contratada no podrá obtener un nuevo contrato hasta que no se haya agotado la lista de la bolsa y si le correspondiese nuevamente por turno. Este tope rige para los nombramientos para ocupar puestos vacantes o sustituciones transitorias. Para los casos de puestos cubiertos para la ejecución de programas con carácter temporal y de duración determinada se establece un tope de tres años.
El acuerdo incluye una advertencia para los responsables en materia de contratación de temporal y es que deben observar la «máxima diligencia» en cuanto a los límites de la duración del contrato. «Incurrirán en responsabilidad la gerencia y quien con su actuación dé lugar a la conversión de un contrato temporal en indefinido», recoge la norma. La conselleria se pone así la venda antes de la herida, ya que la conversión de temporales a fijos ha sido una constante en los tiempos de gobierno del PP, lo que ha dado lugar a una plantilla sobredimensionaba y muy difícil de gestionar.
La Conselleria de Hacienda se ha encontrado con numerosas dificultades para poner orden en el sector público empresarial, sobre todo, en lo tocante al personal. Aunque existe constancia de que sólo uno de cada tres de trabajadores de la plantilla actual de todo el sector público entró por un proceso selectivo, el Consell del Botànic ha tenido que asumir esta herencia. La mayoría ha consolidado sus derechos laborales y sólo cabe el despido previa indemnización.
