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Agencia de la Innovación

Solo 11 de 45 trabajadores estarán en la sede alicantina de la AVI

El edificio Prop, considerado por Presidencia el núcleo institucional de la Agencia de la Innovación, albergará al acabar el año al 25% del total de funcionarios al estar el resto en València

El director de la AVI, Andrés García Reche. isabel ramón

La plantilla de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), con sede institucional en Alicante, alcanzará las 45 personas a finales de año una vez se cubran las vacantes que restan, de las que solo once se quedarán en las oficinas de Alicante, ubicadas en el edificio Prop, mientras que las otras 34 estarán en la sede operativa del organismo, ubicada en València, según el reparto de personal previsto por la agencia para este ejercicio.

Si en un principio Alicante, provincia donde está uno de los núcleos empresariales vinculados a la innovación y a la economía digital, se anunció como sede de uno de los principales escaparates para impulsar proyectos tecnológicos y científicos en la Comunidad, lo cierto es que con los últimos datos sobre el reparto de trabajadores para completar las plantillas de las distintas sedes, la alicantina se quedará en un mero reducto institucional. Es algo que ya se veía venir desde que se supo que Presidencia de la Generalitat trabajaba en una segunda sede en València. Finalmente, la sede alicantina solo acogerá a finales de año el 25% del total de los trabajadores que compondrán la agencia.

La sede institucional de Alicante cuenta actualmente con siete empleados -de un total de 36-, incluida la secretaria general, y ya se ha publicado la convocatoria para la cobertura de puestos de trabajo, que prevé cuatro más en Alicante. Es uno de los trámites en los que ha avanzado el organismo, que ha intentado tomar impulso este verano y coger oxígeno en plena carrera hacia la precampaña electoral. Por ello ha lanzado ya 18 millones en ayudas, de las que cuatro y medio se adjudicarán en el pleno del Consell de septiembre.

Los cuatro funcionarios que faltan por incorporarse en Alicante lo harán a lo largo de este año, según explicaron fuentes oficiales de la AVI. Se trata de un proceso complejo porque no sólo tienen que solicitar el traslado a la AVI, sino que sus departamentos de origen han de autorizarlo. «La distribución de la plantilla responde exclusivamente a razones operativas para hacer más eficiente la gestión de la AVI. En Alicante es donde se toman las decisiones, donde están los órganos de dirección de la AVI», señalaron ayer las citadas fuentes, un argumento al que recurre también Ximo Puig cuando se le pregunta por la duplicidad de sedes.

Por concurso-oposición

A las piedras que la AVI se ha encontrado en el camino hay que sumarle el último informe de la Intervención General de la Generalitat Valenciana, emitido este mes, y que pone en cuestión la contratación del personal, incluido el de su vicepresidente ejecutivo, Andrés García Reche. El departamento de Hacienda insta a la AVI a firmar un contrato de alta dirección en el caso de García Reche para cumplir con el decreto del Consell de regulación de contratos. Tras haberse publicado la convocatoria para la cobertura de puestos de trabajo en la AVI, Hacienda afea además a la agencia no haber incluido una prueba objetiva de aptitud. Al objeto de dar correcto cumplimiento a los principios de igualdad, mérito y capacidad, la Intervención General de la Generalitat recomienda que en su provisión definitiva la AVI utilice un proceso selectivo de concurso-oposición en el plazo máximo de tres años desde el nombramiento de los trabajadores.

La AVI empieza ahora a levantar cabeza, pero viene con un historial de desencuentros bajo el brazo. El primero fueron las críticas a Puig por crear una segunda sede en València tras anunciar ante cientos de empresarios alicantinos en la Noche de la Economía Alicantina de 2016 que Alicante acogería la sede de la Agencia de la Innovación. Posteriormente, Podemos le dio un bocado al presupuesto de la AVI de casi cuatro millones de euros y, desdeque se anunció, la agencia ha generado mucha desconfianza en la Conselleria de Economía que dirige Rafa Climent (Compromís) por asumir objetivos que se atribuían al IVACE. De hecho, el plan de ayudas de la AVI aprobado a finales de junio pasado, el llamado Contrato Plurianual de gestión 2018-2020, se aprobó con la abstención de Compromís al entender que existían duplicidades.

El fin del verano y la entrada de lleno de los partidos en una dura precampaña servirá para materializar parte de las ayudas de la agencia, completar la plantilla, tener actividad con el tejido empresarial, tecnológico e investigador de la Comunidad y para intentar paliar las discrepancias que existen desde Presidencia con la conselleria de Rafa Climent.

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