El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha reajustado los sueldos de sus principales asesores para establecer las remuneraciones acordes con la responsabilidad de su núcleo duro tras tres años de gobierno. En total, el presidente ha retocado la escala a la que pertenecen ocho de sus principales asesores -esta escala está conformada por cuatro categorías-, lo que ha llevado aparejado el reajuste de esos sueldos sin que la operación afecte al gasto ni al número total, que sigue siendo el mismo, según confirmaron ayer fuentes cercanas al presidente autonómico.
La nueva delegación de atribuciones, publicada ayer en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana, sí recoge un nuevo fichaje en el equipo del presidente, el de la periodista Paula Baño, quien entra como personal eventual con funciones de asesora para sustituir al filólogo José Martínez Rubio, quien a su vez se ha ido de asesor parlamentario de la Conselleria de Sanidad tras el nombramiento de Ana Barceló como consellera del ramo. Baño ocupará así el puesto del que fuera uno de los redactores de los discursos del presidente y es la única incorporación que reflejaba el DOGV al estar vacante el puesto de asesor que dejó Martínez Rubio.
Estos nuevos reajustes de responsabilidades en el núcleo duro de Ximo Puig -y su reajuste, en paralelo, de salarios, ya que que la bajada o subida de categoría conlleva un cambio de honorarios en los asesores afectados- llegan después de la incorporación del profesor Fernado Flores como director de análisis, políticas públicas y coordinación de la Generalitat, cargo que ocupaba hasta hace dos semanas el alicantino Julián López-Milla, que se ha ido al Ministerio de Fomento que lidera el valenciano José Luis Ábalos.
