El presidente del PP, Pablo Casado, ha silenciado esta mañana al vicepresidente de la Diputación de Alicante, Alejandro Morant, y ha evitado pronunciarse en su visita a Santa Pola sobre sus manifestaciones de corte racista, intentando así invisibilizar la polémica por los comentarios que hizo Morant en su Facebook y ante la que Génova no piensa actuar.

Preguntado por una nube de periodistas sobre las manifestaciones del vicepresidente de la Diputación -quien "se ha borrado" del acto de esta mañana para no poner en evidencia a su presidente nacional, a quien apoyó en su lucha por la sucesión de Mariano Rajoy-, Casado se ha limitado a contestar que el PSOE "me ha dado la razón en apenas dos semanas. No era posible la política de papeles para todos".

Lejos de afear las palabras de Morant, ha aprovechado la pregunta para atacar la política migratoria del Gobierno y reprocharle su "cambio de actitud" con los inmigrantes del Open Arms en relación a los "privilegios" de los inmigrantes que llegaron en el Aquarius.

"También nos dan la razón en que las medidas de protección en la valla de Ceuta y Melilla eran necesarias y vemos ahora que se están dando cuenta que ese efecto llamada era problemático y que hay que solucionarlo con plena solidaridad con las personas que arriesgan su vida para venir a un mundo mejor y que necesitan cooperación en sus países de origen, pero al mismo tiempo con una política de defensa de las fronteras", ha añadido.

Recién llegado de Colombia, el presidente del PP ha dado su aval orgánico a la presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, quien se había mostrado neutral en la batalla para suceder a Mariano a Rajoy: "Siempre he dicho que Bonig será una magnífica presidenta de la Comunidad Valenciana", ha indicado en un acto en que ha faltado el presidente del PP provincial, José Císcar.

Son declaraciones realizadas por Casado esta mañana en un acto de partido celebrado en Santa Pola para recordar el fallecimiento de dos personas en agosto de 2002 a manos de banda ETA, entre ellas una niña.

Para recordar su memoria, Casado, acompañado de Bonig y de otros cargos del PP nacionales y alcaldes alicantinos, como el de la capital de provincia, Luis Barcala, ha dejado un ramo de flores en la rotonda donde se ubica un monolito en recuerdo de las víctimas.

El presidente del PP ha destacado que ha sido un acto de partido hecho "desde el máximo respeto" que se ha hecho coincidir con la política antiterrorista que está planteando el Gobierno de Pedro Sánchez. "No se pueden dar beneficios penitenciarios a los presos que no se han arrepentido y que no han colaborado en el esclarecimiento de los 300 crímenes que siguen impunes", en relación con la política de acercamiento de presos de ETA.

"Las dos personas que acercaron ayer fueron las que habían planificado el asesinato de nuestro compañero, presidente del PP en el País Vasco y ahora eurodiputado Carlos Iturgaiz. Él mismo ha dicho que nadie le ha perdido perdón y ha dicho que nadie ha esclarecido el plan con el que intentaron asesinarme", ha señalado Casado, quien recordó que "vimos lo mismo con Santi Potros".

"Queremos que el gobierno sea leal a lo que pedimos los partidos mayoritarios y no ceda al chantaje de aquellos que le apoyaron en la moción de censura como los batasunos y el PNV", ha indicado. "Es una contraprestración a una moción de censura vergonzante", ha remarcado.

Casado se ha negado a contestar a las preguntas sobre su máster alegando que ya ha dado suficientes explicaciones y que dio una rueda de prensa concreta sobre ello antes de irse a Colombia. "Es la hora de defenderme", ha dicho.