Apenas unas horas de que los compromisarios de la Comunidad y de la provincia -una delegación que supera los 350 votos- tengan que depositar su papeleta para designar al sucesor de Mariano Rajoy, la cúpula regional de Isabel Bonig y la provincial de José Císcar han convocado a todos los que acudan a ese congreso a una cena en la Casa de Campo de Madrid. Un salón de banquetes en el que unos y otros estarán más pendientes de contarse, de tratar de convencer a los últimos indecisos o de captar delegados del rival que de un encuentro que, en otras ocasiones, sirvió para que la delegación de la Comunidad exhibiera músculo con la idea de colocar peones en Génova pero que, sin embargo, en esta ocasión será el certificado de la fractura y la tensión en la que están envueltos los populares. Un escenario que pone en riesgo la estabilidad del PP a menos de un año de las elecciones locales y autonómicas.

La propuesta de horario que ya han recibido los compromisarios incluye una primera jornada con recogida de acreditaciones, apertura e intervención de Mariano Rajoy que invita al juego de pasillos para captar compromisarios. Después de la reunión de ayer mismo en Madrid en la que Santamaría y Casado certificaron la ruptura para llegar hasta la votación final, el papel que tenga la delegación autonómica y el control sobre los compromisarios es, si cabe, más decisivo. Hay que recordar que la nómina de la Comunidad es una de las más potentes junto a Andalucía y Madrid. Una vez finalice esa cena el viernes por la noche, justo en la mañana del sábado están previstas las intervenciones de los dos aspirantes a la presidencia y la votación de los compromisarios, que tendrán la última palabra en este proceso.

Los dos bandos continúan atribuyéndose la mayoría y están convencidos de la victoria. El «aparato» regional del PP volvió a escenificar ayer mismo su respaldo a la figura de Santamaría. La candidatura de la vicepresidenta del Gobierno con Rajoy lanzó un vídeo en el que subraya que con este proceso el partido trata de hacer «historia» poniendo a la primera mujer al frente del PP y como futura candidata electoral para convertirse en la próxima presidenta del Gobierno. Entre las mujeres que han grabado este mensaje están las exministras Celia Villalobos, Isabel Tocino y Fátima Báñez; la exdelegada del Gobierno en Andalucía y actual portavoz parlamentaria, Mari Carmen Crespo; la alcaldesa de Santander, Gema Igual; las diputadas Pilar Rojo y Belén Bajo; las senadoras Carmen Fúnez y Edelmira Barreira; la exalcaldesa de Cádiz Teófila Martínez; la alcaldesa de Marbella, Ángeles Múñoz; y la secretaria general del PP en la Comunidad, la oriolana Eva Ortiz. La presencia de Ortiz en esa iniciativa evidencia el respaldo de la cúpula de los populares valencianos a la «operación Santamaría».

A 48 horas de que arranque el congreso, la tensión crece en las filas populares con un pulso entre los dos grupos. No solo preocupa la votación y el resultado sino, en igual medida, las heridas que se puedan generar el día después de un proceso que está ofreciendo la imagen de una formación dividida como el propio Rajoy ha explicitado durante sus contactos de estos últimos días a favor de un acuerdo entre las candidaturas. En el caso de Alicante, en función del resultado, está en el aire la situación en la que quedaría la dirección provincial en el escenario de una victoria de Casado pero, en la hipótesis de que gane la lista de Santamaría, el escenario sería muy complicado tanto para el presidente de la Diputación, César Sánchez, a pesar de que intenta poner paños calientes y pedir unidad, como para el alcalde de Alicante, Luis Barcala, del que se asegura que no tenía necesidad de haber entrado en esta batalla.