Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Incertidumbre y división en el PP

Los populares alicantinos afrontan la primera votación para elegir al sustituto de Rajoy en un clima de tensión y con el partido fraccionado entre tres opciones: Sáenz de Santamaría, Cospedal y Casado

Casado.

Por vez primera, los militantes del PP tendrán voz con una votación en urna en la elección de su nuevo líder después de la dimisión de Mariano Rajoy tras ceder la presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez al triunfar la moción de censura. Y los populares alicantinos afrontan ese proceso que se celebrará durante el día de hoy en las sedes populares divididos entre tres opciones: Soraya Sáenz de Santamaría, Dolores de Cospedal y Pablo Casado, de las que solo quedarán dos vivas para el congreso del 20 y 21 de julio; en un clima de tensión; y con los principales dirigentes del partido pendientes de una cita en la que todos, en mayor o menor medida, se juegan una parte de su poder. Lo harán, además, en un escenario incierto y con una bajísima participación: el número de militantes con derecho a voto y al corriente de sus cuotas asciende a cerca de de 3.600, ni el 5% de los 75.000 afiliados que el PP declara en sus censos en la provincia de Alicante. Y encima con otro elemento más: un cuarto candidato, el exministro José Manuel García-Margallo, número uno del PP por Alicante en el Congreso, que parte «a priori» con menos opciones pero que se ha convertido en el animador de la campaña con un discurso muy rompedor y que ha puesto en cuestión, incluso, a los principales cargos de la organización alicantina.

El «aparato» del PP -empezando por José Císcar, acabando por Isabel Bonig y pasando por la secretaria regional, Eva Ortiz- se están volcando con la candidatura de la que fuera número dos de Mariano Rajoy en el Gobierno de España. A pesar de trasladar de puertas hacia fuera una imagen de neutralidad para tratar luego de resituarse de cara al congreso con una delegación de compromisarios que es la segunda más grande del cónclave, el resultado de la votación de hoy, sin duda, va a medir la fortaleza y la capacidad de influencia de la cúpula del PP. Pero a su vez también calibra el peso de Císcar en el proyecto regional de Isabel Bonig. Máxime cuando, con una participación tan baja, gran parte de los que están llamados hoy a acudir las urnas en estas primarias son o cargos públicos o dirigentes de las diferentes ejecutivas o aspirantes a entrar en candidaturas a las elecciones marcadas para 2019.

Frente al proyecto «oficialista» que encarna Soraya Sáenz de Santamaría, otro gran polo es el de los partidarios de María Dolores de Cospedal, hasta ahora segunda de a bordo de Rajoy en el PP. El duelo reproduce el pulso por el poder que ya se originó en el anterior congreso de los populares. Cospedal tiene el respaldo de diputados y senadores como Gerardo Camps o Adela Pedrosa, la ilicitana Mercedes Alonso en una contienda local frente a Pablo Ruz -afín a Casado-, al presidente del PP en la ciudad de Alicante Toño Peral o al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, ya defenestrado por la dirección regional para aspirar a otro mandato en Orihuela. César Sánchez defendió ayer la candidatura de Cospedal por representar los «valores» que le llevaron a afiliarse al PP y resto importancia a la posición de la exministra contra el Tajo-Segura. «Nunca nos ha cerrado el grifo a los alicantinos», lanzó el presidente de la Diputación.

Será una «foto» muy complicada de digerir para César Sánchez en el caso de que Cospedal se quede fuera del corte. Ya sentó mal entre los «sorayos» que se desmarcara de las tesis oficiales. Y además el presidente de la Diputación se quedaría en minoría dentro del PP cuando aspira a repetir en la institución provincial y con el grupo de diputados dividido toda vez que sus vicepresidentes como Alejandro Morant o Adrián Ballester respaldan a Pablo Casado junto al mencionado Pablo Ruz, candidato del PP a la Alcaldía de Elche. En esa ciudad, de la que es originaria la mujer de Casado, el hasta ahora responsable de Comunicación de Génova, apoyado por los «aznaristas» y con el relato ideológico de Faes, espera sacar un buen resultado teniendo en cuenta además que se trata de la población de la Comunidad con más inscritos. La candidatura de Casado tiene un banderín de enganche con sectores de cargos más jóvenes del PP pero, sin embargo, tiene la debilidad de estar pendiente de los tribunales por la veracidad de su currículum académico en la universidad.

En todo caso, los aspirantes que queden fuera tendrán en su mano una influencia en la segunda vuelta con fecha puesta en el congreso nacional que el PP. Hoy mismo, de hecho, en una segunda urna se designarán a su vez los compromisarios para ese cónclave. En el caso de la provincia son 184 -349 en el total de la Comunidad-, de los que 167 son electos, otros 13 natos y cuatro de Nuevas Generaciones. Una de las que presenta más compromisarios en toda España. Eso concede a la delegación alicantina un peso enorme. Pero, como apuntaron ayer fuentes del PP, las listas de compromisarios son tan incontrolables como el resultado. Son candidaturas abiertas. Una incertidumbre en la que en, en el caso de Alicante, se añade otro elemento. El cuarto aspirante en discordia, aún con menos opciones, es José Manuel García-Margallo, diputado por Alicante pero repudiado por la cúpula regional y provincial del PP. En el partido en el que todo suele estar atado y bien atado... ahora todo está abierto.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats