El debate interno sobre el sustituto de Mariano Rajoy al frente del PP incluye, además, tres asuntos claves para el futuro de la provincia de Alicante: la posición de los populares sobre la financiación autonómica, el agua o el Corredor Mediterráneo. No son cuestiones menores. Ni mucho menos. Ninguno de los tres candidatos con más opciones de pasar el primer corte -Soraya Sáenz de Santamaría, Dolores de Cospedal y Pablo Casado- que se sustancia esta semana con la votación de manaña en la que participan casi 70.000 afiliados en toda España -algo más de 3.500 en Alicante- conceden garantías absolutas sobre estos tres temas. Todo lo contrario: la posición de alguno de ellos es muy preocupante. Y el que, al menos de puertas hacia fuera, ofrece un mensaje más favorable, el del exministro y en estos momentos diputado por Alicante José Manuel García Margallo, no deja de ser la alternativa, como el veterano dirigente del PP asegura, de un «outsider» con opciones limitadas de éxito.
El panorama de la batalla popular en provincias como Alicante con más votantes inscritos se juega a tres bandas con la idea de que el pase de dos de los aspirantes al congreso del 20 y el 21 de julio con resultados muy ajustados pueda conceder al tercero en discordia la posibilidad de decantar la balanza. En esa estrategia, la Comunidad Valenciana es determinante con 349 compromisarios, 184 de ellos de Alicante, la segunda organización territorial con más delegados de toda España únicamente superada por Madrid. Pero una cosa es el debate nominalista sobre el candidato y otra muy diferente la posición que puede acabar adoptando el PP sobre asuntos determinantes para Alicante.
La candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría, con la que se está volcando el aparato provincial y regional del PP que encabezan José Císcar e Isabel Bonig, tiene su talón de Aquiles con la financiación autonómica. Sumar el apoyo de Alberto Núñez Feijóo decantaría la posición del PP hacia las tesis que más perjudican a la Comunidad, como se explicitó en el anterior congreso popular. Sí tiene una posición más clara y meridiana con el Corredor Mediterráneo. Dentro del retraso que sufre el proyecto, el exministro Íñigo de la Serna, aspirante a la secretaría general del PP con Soraya, es partidario del Corredor Mediterráneo. Con el agua, especialmente con la conducción Tajo-Segura, el mal ya está hecho una vez que el PP elevó la reserva ecológica que impide trasvasar pero, en principio, de superarse esa línea tampoco la posición de los «sorayos» sería contraria al trasvase.
La posición de Pablo Casado sobre todas estas cuestiones presenta mil y un interrogantes, de acuerdo con lo que sugieren en las filas populares. Las tesis del joven aspirante del PP encajan con las que plantean un proceso de mayor recentralización próximo al que está sugiriendo Albert Rivera desde Ciudadanos. Un planteamiento que se refuerza especialmente por el apoyo que se le atribuye de José María Aznar o Esperanza Aguirre y por su vinculación con el relato ideológico conservador de la Fundación Faes. Ayer mismo, de visita en Elche, Javier Maroto, partidario de Casado, ofreció puestos a dirigentes de otras candidaturas. La que tiene más complicado su mensaje en la Comunidad y en Alicante es María Dolores de Cospedal. Es contraria a la reforma de la financianción, rechaza el Tajo-Segura y apuesta por el Corredor Central para los trenes.
Y precisamente Margallo, número uno del PP en el Congreso por Alicante, cuestionó el papel de César Sánchez, presidente de la Diputación, como gran apoyo de Cospedal. «Mantengo con ella posiciones muy dispares sobre estos temas», dijo. Por ello, calificó de «sorprendente» que César Sánchez, entre otros, respalden a la que fuera secretaria general del PP con Rajoy. Rechazó, por tanto, a De Cospedal por malgastar la influencia que tuvo en el PP, a Soraya por fracasar en la política territorial y a Pablo Casado por no saber usar el papel que ha tenido en el partido. «No voy a decir que yo sea la princesa del pueblo como Diana de Gales, pero sí el candidato de los militantes», aseveró el candidato.
