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El mes frenético que lo cambió todo en la política

El intenso final de curso político modifica las estrategias de los partidos y rompe creencias que parecían infalibles hace unas semanas

El mes frenético que lo cambió todo en la política

Ha pasado un mes pero parecen muchos más. El final de curso más agitado en años ha dado un vuelco a gran parte de los paradigmas que parecían infalibles hace solo 30 días. El cambio de Gobierno, la renuncia de Rajoy, la llegada del «Aquarius», el anuncio de que no habrá reforma de la financiación esta legislatura, la apertura del PP a la democracia interna, la confirmación de su financiación ilegal o el cambio de tendencias en los sondeos han modificado estrategias y discursos en todos los partidos. El último episodio fue la detención este miércoles del presidente de la Diputación de Valencia, el socialista Jorge Rodríguez. Además, la campaña de las elecciones autonómicas y municipales de 2019 ha quedado inaugurada.

Lunes 20 de mayo: Presupuestos y oxígeno al PP

Se acepta como seguro ese día que los presupuestos del Estado van a dar dos años más de oxígeno a Mariano Rajoy, que podrá agotar la legislatura con Ciudadanos y los nacionalistas vascos. Esa mañana, el PPCV cree que el caso de la financiación ilegal de PSPV y Bloc (Compromís aún tiene recorrido. Las Corts aprueban esa semana la comisión de investigación y el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, cita a cargos socialistas y nacionalistas. El juez blinda la escuela concertada con varias sentencias. Oxígeno para el PP. Ese fin de semana, las encuestas elevan al máximo las expectativas electorales de Ciudadanos, ya seguro por encima del PP.

Martes 22 de mayo: Cae Eduardo Zaplana

A primera hora salta la bomba. El «campeón» Eduardo Zaplana, el primer presidente popular de la Generalitat, el icono de la época dorada ha sido detenido. La semana anterior ha entrado en prisión la exconsellera Milagrosa Martínez, pero ella estaba ya amortizada. No dañaba expectivas electorales. En cambio, Zaplana cierra el círculo de la corrupción. La conmoción entre los populares es absoluta. La dirección del PPCV intenta pasar página rápidamente. Pero Zaplana no es uno más.

Jueves 24 de mayo: Gürtel, el principio y el fin

Ese día, Gürtel convierte al PP en responsable civil a título lucrativo por los manejos de una trama que tejió durante años una estructura de colaboración con el partido para crear un eficaz sistema de corrupción institucional. Lo dice la sacrosanta Justicia española que duda hasta de la credibilidad del presidente, Mariano Rajoy. Las bases del PP están exhaustas. No hay argumentario que sostenga tanto escándalo. «Es indefendible en las conversaciones del día a día», dice un cargo municipal. Los titulares se agolpan. Gürtel, principio y fin.

Viernes 25 de mayo: Sánchez, el líder desaparecido

Pedro Sánchez es esa mañana un líder que lleva meses desaparecido y que no encuentra su espacio obligado a adoptar una posición de Estado junto a Rajoy en Cataluña. Las encuestas le sitúan a la baja. Su inconcreto programa de izquierda y «la España plurinacional» no convencen. Su épica resurrección interna en el PSOE se ha ido diluyendo con los meses. Su estrella brilla menos. A esas horas, el PSOE tiene presentada en el Congreso una moción de censura. Muy pocos creen que prospere.

Censura y chalé de Iglesias

A Podemos, Gürtel y la censura le pillan ese día inmerso en una consulta interna sobre el chalé de su líder, Pablo Iglesias, y su portavoz en el Congreso, Irene Montero. La crisis sólo sirve para destapar la amplísima crítica interna que tiene ya Iglesias, muy visible en su grupo parlamentario de las Corts.

Viernes 2 de junio: Investidura y reposicionamiento

Independentistas catalanes y nacionalistas vascos apoyan a Pedro Sánchez, que es investido presidente. El séptimo de la democracia. Todos ellos le prefieren ante Rajoy y, sobre todo, ante Albert Rivera, cuyo discurso sobre España aún les asusta más. También Podemos. Y Compromís. Sin exigencias a cambio, salvo recordarle en un apretón de manos de Baldoví que el Gobierno tiene una deuda con los valencianos.

Durante años, Sánchez ha prometido desatascar la financiación, cuestión clave para los valencianos, y sensibilidad con infraestructuras para este territorio. El reposicionamiento político de los actores valencianos es rápido. El presidente, Ximo Puig, ofrece reivindicación y lealtad al nuevo titular de La Moncloa. Pero en unas horas, los socialistas anuncian la retirada de sus enmiendas a los presupuestos en el Senado, incluida la de más financiación, lo que deja una imagen de aparente sumisión. Los socialistas tratarán de atenuarla con declaraciones reivindicativas. Compromís, que durante días confía en la llamada de Sánchez para entrar en el Gobierno, se da cuenta del ninguneo y decide pasar al ataque. PP y Cs pugnan por el liderazgo de la oposición. Podemos da margen a Sánchez.

Lunes 4 de junio: El adiós de Rajoy y el tapón del PP

El abandono del que durante casi siete años fue presidente del Gobierno abre el tapón que frenaba la necesaria regeneración entre los populares. Descartado Núñez Feijóo, el aluvión de candidatos abre al PP a la democracia interna. Acostumbrados a que cada líder designe a su sucesor, el PP recorre terrenos inexplorados. Los cargos públicos empiezan a alinearse y aunque la dirección de Isabel Bonig guarda neutralidad pronto afloran tensiones internas. La consulta también hace caer otro mito. El número de afiliados populares es mucho menor (hasta diez veces menos) de lo que pregonan. Tienen menos afiliados al corriente de pago que, por ejemplo, el PSPV. Otro icono popular hundido.

Miércoles 6 de junio: Poder valenciano al máximo

Cuando Pedro Sánchez comparece esa tarde para dar a conocer su gabinete ya hay tres valencianos confirmados: José Luis Ábalos, en una cartera como Fomento que solo puede entenderse en clave de infraestructuras valencianas; Carmen Montón, el símbolo de la Sanidad pública, y Luis Planas, nacido en València, andaluz de adopción, y con amplio conocimiento de la Unión Europea. A esa hora salta la gran sorpresa del Ejecutivo. Será también el primer fiasco del presidente: el efímero Màxim Huerta, que será ministro por unos días. También queda claro que Sánchez quiere un contrapoder a Puig en València con el nombramiento de Juan Carlos Fulgencio, de la órbita de José Luis Ábalos, como delegado del Gobierno.

Domingo 10 de junio: Televisión valenciana en antena

Los valencianos empiezan a recuperar derechos que habían desaparecido, como los medios de comunicación públicos. Ese es el discurso oficial del Consell ese día, el del regreso de las emisiones.

À Punt convence en sus inicios pero en la era de la segmentación de audiencias es complicado convertirla en referencia de los valencianos. À Punt pasa a ser carne de cañón política. El PP ya ha anunciado que irá a los tribunales porque asegura que se han dado informaciones erróneas que le perjudican. La tesis a propagar es que À Punt es una delegación de TV3.

Lunes 11 de junio: El Aquarius y la solidaridad

Ese día Italia y Malta cierran las puertas al Aquarius, un barco de una ONG francesa con 629 inmigrantes a bordo. El nuevo Gobierno de España ofrece València ante el entusiasmo del Consell. El domingo 17, València se convierte en el puerto de la solidaridad de Europa, agita conciencias y abre un debate político en Bruselas. El Consell teje un discurso de cambio total de paradigma. «La València solidaria de hoy ha sepultado a la València corrupta de ayer».

Corrupción siempre en la agenda

Pero la València del pasado se resiste a irse. Ese mismo día, la sentencia de la Gürtel valenciana corrobora la financiación ilegal del PPCV en las elecciones de 2007 y 2008. El exsecretario general que confesó los delitos, Ricardo Costa, es condenado a cuatro años. Días después, Emarsa se lleva el récord de condenas. Casi un siglo para los principales gestores del PP.

Lunes 18 de junio: Sánchez frena la financiación

Se rompe pronto el hechizo. Las expectativas de sensibilidad hacia la agenda de la Comunidad tropiezan. El presidente enfría una pronta solución al problema de la infrafinanciación en sendas comparecencias en el Senado y el Congreso. Tratará de atenuar después el impacto, pero lo esencial es que no habrá nuevo modelo de financiación esta legislatura. Todos los partidos, salvo el PSPV, ponen en la diana a Sánchez. Esa semana acaba con más problemas para la agenda valenciana. Europa la relega de las redes de transporte europeas.

Miércoles 27 de junio: La detención del presidente de la Diputación de Valencia

El mes se cierra con un durísimo golpe para las filas socialistas con la detención, el pasado miércoles, del presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, por diez supuestas contrataciones irregulares en la empresa pública Divalterra, la heredera de la manchada Imelsa que acabó con la carrera política de otro presidente provincial, el popular Alfonso Rus. La denominada «Operación Alquería», coordinada por el juzgado 9 de València e iniciada tras una denuncia de la Fiscalía Anticorrupción a la que sumaron documentación enviada por Ciudadanos y PP, dejó seis detenidos: Rodríguez, más su jefe de gabinete Ricard Gallego; los cogerentes de Divalterra Xavier Simón y Agustína Brines; el secretario-asesor del consejo de la empresa Jorge Cuerda; y el asesor Manuel Reguart. Un golpe policial que dinamita la carrera política del joven «delfín» que se postulaba como posible sucesor del secretario general del PSPV, Ximo Puig, que lo apartó de todos sus cargos orgánicos -era portavoz de la ejecutiva- tras advertir Ferraz por boca de José Luis Ábalos que no había que esperar ni al código ético. Aún sigue de alcalde y de presidente provincial.

Nuevas tendencias demoscópicas

Como corolario a un mes frenético, los cambios en los sondeos, que también tienen lectura en clave autonómica, demuestran el vuelco político. El PSOE sería el partido más votado en España según un sondeo de Dym Politics para Prensa Ibérica, grupo editor de INFORMACIÓN. Los socialistas superan el 27%. Con ese porcentaje podrían optar a ser la fuerza más votada en la Comunidad por primera vez en 25 años. El PP quedaría ligeramente por encima del 20%, cifra que se le atribuye a Cs y Podemos bajaría al 14%, que sería mucho menos en este territorio autonómico por la existencia de Compromís.

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