Jorge Rodríguez ha sido recibido esta tarde con una ovación multitudinaria en el primer acto con el que el alcalde de Ontinyent ha retomado su agenda institucional al frente del consistorio, después de su detención y posterior puesta en libertad con cargos en el marco de la Operación Alquería. Ante la presencia de más de un millar de personas congregadas en la plaza Santo Domingo, Rodríguez ha inaugurado una escultura que conmemora el 30 aniversario del colectivo Ballet Ópera. Interrumpido constantemente por los aplausos y por los gritos de "Jorge, Jorge", el alcalde ha dicho que le hubiera gustado asistir a la presentación "en un día más normal". "He pasado las 24 peores horas de mi vida y hoy estoy pasando las 24 mejores horas de mi vida. No os pagaré nunca el cariño que nos habéis hecho llegar en estos días. Seré más torpe o más simpático, pero os aseguro que vuestro alcalde no es un ladrón", ha manifestado.

A continuación, Rodríguez ha participado en la Gala de l´Esport que organiza cada año el ayuntamiento y que este año premiaba a la Universitat de València por la implantación del grado de deporte en Ontinyent. En declaraciones a los medios, Rodríguez se ha confesado "absolutamente abrumado" tras su recibimiento y las "muestras de apoyo" vecinales. "Lo que me correspondía hoy era volver a mi trabajo y al ejercicio de mi función pública. La gente de Ontinyent sabe que su alcalde puede ser muchas cosas, pero desde luego no es un corrupto, sino una persona honrada y que, si ha intentado hacer algo en su vida, ha sido trabajar por el bien de Ontinyent".

El alcalde ha dicho que no tiene que "demostrar fuerza ante nadie", sino que "el cariño de la gente demuestra que está a mi lado en un momento personalmente muy duro". Preguntado sobre si su continuidad como alcalde, ha dicho que no ve "ningún motivo" para abandonar el cargo.