? La solución final aportada en su informe por el secretario del consejo de administración y letrado asesor de la diputación, Jorge Cuerda, para el problema jurídico que planteaba tener una decena de altos directivos (fenómeno extraño en cualquier empresa) era apoderar a todos como una especie de cogerentes. La clave para la consideración de alto directivo es no depender jerárquicamente de otros cargos en la sociedad, sino solo rendir cuentas al consejo de administración y a su presidente (Jorge Rodríguez). De ahí que no pudieran estar por debajo de los cogerentes en el organigrama. Por ello, el informe de Cuerda plantea que podían adoptar decisiones de gasto y de otro tipo por su cuenta de forma «mancomunada» con un cogerente. El informe precisa que el máximo de estos cargos previsto en la ley es de diez (Divalterra estaba en nueve en ese momento) y fue realizado para justificar la contratación de Víctor Jiménez y Lucas Ferrando. Este último renunció antes de acceder a su nueva plaza.