«No creo que haya incompatibilidad, pero lo que no voy a hacer ahora es crear una incomodidad y pedir otro informe al secretario del consejo». Así justificó ayer Vicente Vergara su dimisión del Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació.

La presentará de forma oficial en la reunión de mañana, tras las acusaciones de haber incurrido en una incompatibilidad en su cargo debido a que su hijo trabajó durante ocho meses en la serie de ficción Parany, contratada por À Punt.

Vergara ya fue acusado de caer en incompatibilidad por ser administrador de la Cartelera Turia, un «punto de inflexión» que le lleva a replantearse su situación actual. Aunque el informe del secretario descartó entonces que hubiera alguno irregularidad, Vergara reconoce que no está dispuesto a lidiar con otra polémica porque siente que su paso por el consejo es «una misión cumplida».

Así, Vergara abandona su silla en el consejo de la televisión pública al que llegó nombrado por el partido socialista. Es el primero que renuncia. Subraya que de haber tenido claro que se trataba de una incompatibilidad se habría ido antes él mismo, pero cree que es «discutible», porque depende de cómo se interprete la ley.

Aludió al desconocimiento y a la falta de experiencia en la Administración Pública cuando su hijo fue contratado por el ente, y criticó que el régimen de incompatibilidades de la Ley de Creación de À Punt es «muy restrictivo» tras el «desmadre» de lo que fue Canal 9.

«Me podré haber equivocado y confiado», reconoció ayer Vergara. Comunicará su decisión oficial el jueves en la reunión del consejo rector, aunque no será una novedad total. El viernes pasado, durante el encuentro del consejo en Alicante, ya advirtió a sus compañeros de que la decisión estaba prácticamente tomada.

Vergara apuntó a que las insinuaciones que se hicieron por parte de los diputados Jorge Bellver y Toni Subiela, del PP y de Ciudadanos respectivamente, en la comisión de radiotelevisión pública en las Corts sobre su posible irregularidad fue lo que terminó de convencerle de que debía dejar el cargo, si bien barajaba «desde hace meses» la posibilidad.

Tras hacerse pública la participación de su hijo en la serie Parany, Vergara preguntó tanto al presidente del consejo, Enrique Soriano, como al secretario si estaba incurriendo en una incompatibilidad y ambos aludieron a la «amplia interpretación de la ley», que según Vergara no es concisa en el caso que a él afecta.

El todavía consejero insistió en que Parany fue contratada por el Alto Consejo Consultivo de À Punt en 2016, cuando él formaba parte. Sin embargo, su hijo no estaba en la plantilla, y no formaría parte del equipo hasta octubre de 2017 «como refuerzo a las labores de producción» contratado por Rodolf Sirera.

La información detallada del equipo de profesionales de la serie la gestionó el departamento de Contenido y Programación, dirigido por Cesar Martí, dado que el consejo rector ya no tenía entonces las competencias de supervisar los contenidos de la programación.

La propia cadena solicitó la documentación a Proficción TV, la productora de Parany, en relación a la contratación de su hijo, cuyo contrato venció el pasado jueves. El propio Vergara mostró esta documentación en la reunión del consejo rector del viernes en Alicante. Se mostró «agradecido» y «contento» de haber formado del consejo que ha mantenido la independencia de la corporación de medios «sin sectarismos ni consignas».