Podemos intenta salvarse a la desesperada para curarse en salud ante un posible retroceso electoral en las municipales y autonómicas de 2019. La dirección autonómica de la formación, encabezada por el alicantino Antonio Estañ, ha enviado una carta a Compromís con una oferta de pacto para la cita que se celebrará dentro de once meses. Asegurado a falta de darle forma el acuerdo con EU tras el cambio de cúpula en esta organización, los morados temen que la coalición de Mónica Oltra -asentada en el Consell y en Madrid, con un gran poder municipal y en la que se ha modelado una mayoría interna favorable a acudir en solitario a los comicios de 2019- les acabe comiendo buena parte de su espacio político en una cita más propicia para Compromís que para Podemos que, por norma, sufre cuando los comicios se celebran en un ámbito territorial diferente al debate en el Estado.

La maniobra de los podemitas es un órdago en toda regla. Obligan a Compromís, por tanto, a posicionarse con lo que, de cara al electorado, quedaría definida ya la marca contraria a mantener una confluencia que ambas formaciones ya ensayaron en las elecciones generales aunque, con posterioridad, los diputados de cada partido se integraron en grupos separados. Una operación que le ha garantizado una gran visibilidad a Compromís gracias, especialmente, a la figura de Joan Baldoví en el Congreso. Así que lo que intenta Podemos, en el fondo, es una operación de autodefensa frente al papel de Compromís. Hace tiempo, sin embargo, que las relaciones entre Oltra y Pablo Iglesias no son las mejores. Y parece evidente que existe una clara diferencia estratégica entre las dos fuerzas aunque todo apunta que la posición de partida con la que concurre Podemos arrastra, desde luego, un escenario de más debilidad.

El secretario de Análisis Político y senador valenciano de Podemos, Ferran Martínez, indicó, tras la reunión de la ejecutiva en una rueda de prensa, que su formación quiere conocer la «predisposición» a una confluencia para las municipales y autonómicas de 2019. «Les ofrecemos comenzar a dar los primeros pasos para organizar esta confluencia, una plataforma política conjunta de cara a las elecciones municipales y autonómicas. Inmediatamente después de hacerles llegar la carta, haremos una ronda de contactos con ellos y reuniones bilaterales a partir de la semana que viene para conocer cuál es su predisposición a empezar este camino con nosotros», manifestó Ferran Martínez.

La diputada Àngela Ballester, por su parte, aseguró que ya han existido «contactos informales» y consideró que a la vuelta de verano es un «buen momento para sentarse juntos, hacer un diagnóstico y poner en común las propuestas o políticas que necesita la Comunidad». De esta forma, en caso de que la confluencia se hiciera realidad, algo que a día de hoy parece bastante complicado, Martínez indicó que las listas se iniciarían con unas primarias en Podemos, y después llegarían a acuerdos con las fuerzas políticas. «Queremos alcanzar un pacto lo más amplio posible y nos aseguramos hablar con diferentes fuerzas políticas y sociales primero del qué, antes de hablar de nombres en listas electorales», indicó.

Desde Podemos se mostraron «muy respetuoso» con las reticencias de Compromís y con la realidad interna de la coalición porque entiende que es «diversa». Sin embargo, Ferran Martínez aseguró que hay una «amplia mayoría» de esa franja de votantes que lo está demandando. «Nosotros vamos a responder a ese mandato y vamos a hacer el máximo esfuerzo. Si Compromís decide escuchar ese mandato o no, es una decisión que tendrán que tomar ellos», manifestaron.