La sentencia del caso Emarsa conocida ayer desgrana entre sus 2.222 folios cómo su expresidente, Enrique Crespo, y el exgerente, Esteban Cuesta, utilizaron dinero de la entidad para viajes particulares, comidas y cañas, obsequios, lotería, invitaciones al club náutico o la compra de artículos de lujo. El saqueo de 24 millones de euros en la depuradora de Pinedo (València), conocido como el caso Emarsa, ha supuesto una condena de 10 años de prisión para Enrique Crespo, exvicepresidente 'popular' de la Diputación de Valencia, exalcalde de Manises y expresidente de la entidad, y de 12 años y medio para Cuesta. A Enrique Arnal, ex director financiero de Emarsa, se le han impuesto 8 años y seis meses de prisión.

Detalla la sentencia que Enrique Crespo y Esteban Cuesta abonaron entre 2004 y 2010, «guiados por el ánimo de obtener un beneficio económico ilícito», con cargo a los fondos públicos de que disponía Emarsa para la gestión y explotación de la planta de depuración de Pinedo «diversos gastos personales, principalmente en restaurantes y obsequios, ajenos al servicio público de depuración de aguas residuales». Para proceder al pago de estos gastos particulares, continúa el tribunal, Crespo «hacía llegar estos tickets a Esteban Cuesta, quien se encargaba de pagarlos empleando los fondos públicos que tenía la empresa en la caja de tesorería». Por su parte, Cuesta «hacía lo mismo con los tickets de comidas, cenas y regalos que consumía en actuaciones privadas y alejadas de su condición de gerente, abonándolos igualmente con los fondos públicos de la empresa». En otras ocasiones el pago de estos gastos se realizaba a través de cheques o pagarés con cargo a las cuentas de Emarsa. La cifra total de fondos destinados a obsequios y tickets de hostelería, principalmente, asciende a 836.613 euros.

En 2004 los gastos sumaron 52.813 euros, destacando el pago de 32.649 euros a una empresa dedicada a obsequios navideños o 1.000 euros para la compra de lotería para los consejeros, así como 212 euros que aparecen bajo el concepto «cañas» o un pago el 31 de diciembre de 1.569 euros en un restaurante. Pero en 2007 los gastos ascendieron a 182.925 euros y se sucedieron los pagos de restauración.

La secretaria personal de Cuesta declaró como testigo que éste le enviaba a comparar regalos, que en dos ocasiones fueron dos bolsos de Loewe para la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá.