Un contrapoder político para Ximo Puig. La elección del «sanchista» Juan Carlos Fulgencio, adelantada ya ayer por este periódico, es un movimiento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el impulso del Ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, el valenciano José Luis Ábalos, para mantener a ralla a barones territoriales que evitaron en su día apoyarle, como es el caso de Ximo Puig. El nuevo jefe de la Moncloa, conforme a la tanda de nombramientos que realizó ayer, ha ejecutado la misma estrategia en la Comunidad que en Andalucía con la elección de un delegado del Gobierno crítico con Susana Díaz. Un nombramiento que, además, se produce después de que Puig, en un ofrecimiento en el que intervino el vicesecretario general del PSPV, Manolo Mata, amagara con proponer para ese cargo a su jefe de gabinete, Arcadi España, una propuesta que acabó retirando ante la evidencia de que podía salir trasquilado y desautorizado.

Al final, el elegido para relevar a Juan Carlos Moragues -nombrado en 2015 tras perder el PP el Consell- y para lidiar durante este fin de semana con la llegada de los refugiados del Aquarius es el mencionado Juan Carlos Fulgencio, hombre de confianza de Ábalos, «sanchista», dirigente socialista en la localidad de Moncada y policía local de profesión en València. Desconocido y de perfil bajo, Fulgencio, uno de los nombres que se barajaban en las quinielas, formó parte del equipo con el que el alcalde de Burjassot, Rafa García, se enfrentó a Ximo Puig por el mando del PSPV. Así que esta elección supone meter una cuña para ver como se resuelve la sucesión del jefe del Consell al frente del socialismo valenciano en el próximo congreso cuando tiene previsto Puig, pase lo que pase en las autonómicas, abandonar la secretaría general. Fulgencio también formó parte de la candidatura de la diputada Mercedes Caballero -mano derecha de Ábalos- para la secretaría provincial de València, puesto que finalmente obtuvo y en el que seguirá a pesar de que su nombre se barajó como delegada del Gobierno.

Dispuesto a acercar posiciones con Pedro Sánchez casi desde que se presentó la moción de censura y obtuvo el gobierno, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante un acto en Alicante, evitó ayer entrar al choque y se limitó a pasar por encima de la decisión de Madrid sobre la elección de Juan Carlos Fulgencio con una declaración de puro trámite. «Es una medida correcta porque es al Gobierno a quien corresponde esa decisión», zanjó sin entrar en más detalles en un comentario a los medios de comunicación en la capital alicantina tras visitar el autobús que lleva la campaña por el Corredor Mediterráneo #quierocorredor, que se instaló ayer en la Plaza de Séneca de la capital.

Ahora, con la elección del delegado del Gobierno ya resuelta, el «sanchismo» va a seguir el mismo patrón para la designación de los subdelegados, una elección que se producirá, con toda seguridad, a lo largo de los próximos días. Personas de confianza del nuevo aparato que controla el alto mando socialista. Dos nombres son los que suenan para relevar a José Miguel Saval en la Plaza de la Montanyeta. El catedrático José Asensi, miembro del comité federal socialista; y Araceli Poblador, profesora, miembro de la ejecutiva provincial del PSPV y una voz destacada del sector crítico en la agrupación socialista de la capital.