n El que hasta ayer fuera ministro de Cultura, Màxim Huerta, no tardó en salir a explicarse por las acusaciones de fraude fiscal cometidos entre los años 2006 y 2008. Se justificó asegurando que Hacienda cambió su criterio en lo que entonces se condieró una «caza de brujas», pero los técnicos del fisco lo niegan. La Agencia Tributaria controla este tipo de fraudes con una campaña continua desde 2000. En concreto, el fisco tiene actualmente operativas en Madrid dos macrounidades con cuarenta técnicos que vigilan la creación de sociedades sin actividad para desgravarse irregularmente impuestos.

Fuentes del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) insistieron en que, pese a lo que dice Huerta, «no ha habido cambio de criterio». Precisaron que las dos macrounidades contra el fraude están en Madrid porque es donde los presentadores y tertulianos de los programas de televisión fijan sus sociedades.

El ministro de Cultura fue sancionado a abonar 218.000 euros a Hacienda por los impuestos que dejó de pagar en 2006, 2007 y 2008 cuando trabajaba como presentador de televisión y declaraba a través de una sociedad, lo que permitía tributar menos que si lo hubiera hecho como renta personal con el IRPF.

Hacienda no hizo publico los controles a este tipo de fraudes para coger desprevenidos a los que los cometían. «Si hubiera trascendido muchos defraudadores habrían cambiado la forma de hacerlo», apuntaron.

Durante la comparecencia de ayer, Huerta mantuvo su inocencia porque nunca fue «condenado» por fraude. Insistió en que en la época en la que fue sancionado por utilizar su empresa para tributar sus ingresos era «habitual» entre periodistas, actores y artistas.