n El Consell y la Diputación iniciaron ayer conversaciones para trazar un plan provincial que pueda erradicar la falta de cajeros y servicios bancarios en los municipios alicantinos en los que ya no quedan entidades financieras. El tema ya salió hace dos años en un encuentro entre Toni Such y Carlos Castillo en plena etapa de tensión entre la Generalitat Valenciana y la institución alicantina.

Ambas administraciones chocan en la fórmula para la instalación de cajeros en la provincia de Alicante, uno de los principales servicios básicos que se quieren implantar. Mientras la Diputación piensa en la adjudicataria de la gestión financiera y en obligarla a la instalación de los cajeros, el Consell plantea una especie de canon a las entidades a cambio de instalar las máquinas en lugares públicos. Las conversaciones evidencian que puede haber un plan conjunto después de tres años de boicot mutuo entre ambas instituciones, como se vio con los decretos del Consell de Turismo y Deportes y con los recursos de la Diputación contra éstos y contra la política lingüística de la Conselleria, o en sus críticas a Xarxa Llibres.

Por otro lado, Toni Such le trasladó a Castillo su interés en que la Diputación participe el año que viene en el Fondo de Coooperación del Consell tal y como está concebido para que los ayuntamientos puedan recibir 14 millones en subvenciones de la Diputación para obras sin que la llegada del dinero esté condicionada y pueda invertirse en lo que los gobiernos municipales consideren importante.