n Con este movimiento de Mariano Rajoy, César Sánchez, presidente de la Diputación, se queda sin uno de los blindajes que consolidaban su posición dentro del PP. Como se recordará, en el último congreso nacional del partido, el también alcalde de Calp movió todas las fichas que pudo para situarse en la dirección nacional como salvoconducto de salvación de su posición en la Diputación y como línea defensiva frente a José Císcar, que optaba entonces a la reelección como presidente provincial del PP. Así, César Sánchez se hizo cargo de la secretaría de Formación, el cargo más importante de los populares de la Comunidad en Génova. Más allá del peso de esas competencias en el PP, lo cierto, sin embargo, es que el valor del cargo lo concedía la presencia de Sánchez, al menos, un día a la semana en Madrid y con despacho propio. Una situación que le había permitido generarse un espacio dentro de las filas populares, presencia junto a Rajoy en los grandes actos de Alicante y, de momento, aparecer como aspirante a otro mandato en la Diputación.
Pero ahora, sin embargo, César Sánchez va a perder ese blindaje madrileño. Va a quedarse, únicamente y de momento, con su papel como presidente de la Diputación justo a un año de las elecciones autonómicas y municipales. Y a poco tiempo tiempo, además, de la elaboración de las candidaturas. En ese congreso celebrado en Madrid, además, también lograron un sillón en el comité ejecutivo nacional del PP tanto el propio Císcar como Eva Ortiz. Alicante fue la que sacó más tajada de la delegación autonómica del PP, un gesto de Bonig hacia la provincia en la que se encuentra más cómoda y en la que ve más opción de éxito.
