La llegada del líder socialista, Pedro Sánchez, a la presidencia del Gobierno ha supuesto un estímulo importante para la alianza que forma el Pacte del Botànic. Contar con un aliado de la misma cuerda en la gestión nacional da buenas sensaciones al Consell. Por eso, con la confianza de que se aproximan «muy buenas expectativas», según dijo el vicesecretario general de los socialistas valencianos y síndic del PSPV en las Cortes, Manuel Mata, el deseo y la esperanza del partido gira en torno a que el calendario electoral general no se modifique, Sánchez no adelante elecciones, y por consiguiente, el autonómico tampoco se mueva.

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El recién llegado presidente del Gobierno, como ya publicó este periódico, tiene la vista en «avanzar lo máximo posible en una perspectiva fijada de dos años», por lo que, a no ser que sus compañeros de censura a Rajoy le pasen factura por los pactos prestados, no habrá novedades a corto o medio plazo.

De todos modos y ante la posibilidad de que se planteara un adelanto electoral, para Fran Ferri, síndic de Compromís -socio de Gobierno en el Consell- la posición está clara: «Nosotros preferimos que no coincidan las votaciones estatales y autonómicas porque queremos que en las elecciones se hable de los problemas de los valencianos». No obstante, remarca que «no estamos pensando en elecciones, sino en seguir trabajando».

Para Mata, la posibilidad de que se contraigan los plazos electorales es un «escenario altamente improbable» aunque eso depende, entre otras cuestiones, de que al nuevo presidente del Gobierno, le «salgan las cuentas» y «lo que le permitan hacer».

Desde luego el PSPV parece confiar en que no habrán movimientos electorales porque, aunque solo sea por los plazos que deben cumplirse para la disolución del Parlamento y la posterior convocatoria de elecciones, «no se contaría con un tiempo razonable para llevarlos a cabo».

Así que, a priori, los socialistas no contemplan la posibilidad de llevar a los ciudadanos de la Comunidad a las urnas antes de tiempo, como tampoco les da miedo que el apoyo recibido por Sánchez en la moción de censura a Mariano Rajoy por parte de partidos nacionalistas, vaya a desgastar a la formación, como sí lo teme la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien, al parecer, sí plantea un adelanto electoral a otoño en lugar de esperar al año que viene.

En la misma línea de confianza, pero con matices, se muestra Podemos. Aunque hoy está previsto que se reúna la ejecutiva del partido, su secretario general autonómico, Antonio Estañ, cree que «sería muy interesante que Pedro Sánchez agotara la legislatura que le queda, aunque -matiza- no tengo muy claro que le dejen». Lo ideal para la formación morada sería que en el caso de que se convocaran elecciones generales «no se hiciera antes de revisar algunos asuntos prioritarios como la Ley Mordaza o la equiparación salarial». Ante la pregunta de si cree que el presidente del Consell, Ximo Puig, adelantaría elecciones si los hiciese Sánchez la respuesta es clara: «No habría necesidad de hacerlo».

Precisamente sobre la necesidad o no de un adelanto electoral versa la opinión de Ciudadanos. Mari Carmen Sánchez, síndica del partido, cree firmemente en que «la decisión de quién forma gobierno debe pasar por la ciudadanía», aunque deja claro que «si no hay motivos suficientes o una ruptura de pacto», adelantar las elecciones en la Comunidad Valenciana «sería una irresponsabilidad y un gasto público innecesario».

La postura del Partido Popular marca cierta distancia con las decisiones institucionales. Para los populares «si se adelantan elecciones ya es una cuestión que corresponde a Sánchez y Puig», pero por si acaso en las filas del PP, «estamos preparados para cualquier tipo de escenario», explica Eva Ortiz, portavoz adjunta en las Cortes, por lo que el trabajo continúa en la formación valenciana liderada por Isabel Bonig.

Una de las inquietudes que refuerza la postura que apuesta por separar comicios autonómicos de generales es que, si los electores de la Comunidad tuvieran que ejercer el derecho a voto antes de tiempo, podría eclipsar el trabajo realizado por el Botànic durante estos tres años ya que los votantes introducirían sus papeletas pensando más en el marco español.