El conseller de Educación, Vicent Marzà, avanzó ayer que la Generalitat pedirá que se disuelva la comisión bilateral sobre la que abrió trámites el gobierno de Mariano Rajoy para tratar las posibles diferencias y dudas sobre el plurilingüismo. Tras la moción de censura, el conseller reclamó que esta norma se aplique «con toda la normalidad y el respeto institucional que merecen los valencianos». Marzà hizo estas declaraciones tras el Consell Nacional del Bloc -principal partido de Compromís- respecto a la comisión a la que invitó el anterior gobierno al Consell a principios de este mes. El siguiente paso era convocar el encuentro, algo que finalmente es muy posible que no suceda tras prosperar la moción de censura que ha dado paso al ejecutivo de Pedro Sánchez.

El titular de Educación aseguró estar tranquilo pues la Generalitat era consciente de que «lo que está aprobado por Las Cortes tenía toda la legitimidad y toda la legislación respetada, tanto nacional como valenciana, y era mejor para los pequeños». Por tanto, «más allá de que dijeran que querían una comisión bilateral», Marzà insistió en que el Consell tenía argumentos tanto pedagógicos como jurídicos y sociales «de sobra» para mantener la ley de plurilinguïsmo y que los alumnos aprendan castellano, valenciano e inglés. Defendió así que el cambio de gobierno permita aplicarla «con toda la normalidad y el respeto institucional que merecen los valencianos» y puso como ejemplo la situación de los consejos escolares en los últimos meses: «Más del 93% han elegido sus proyectos lingüísticos con normalidad y consenso».

Como primer objetivo, reclamó así al Ejecutivo de Sánchez que «respete el autogobierno de los valencianos y aquello que ha decidido la ciudadanía, como las leyes y los avances reconocidos, no sean recurridos y sean asfixiados por parte del Gobierno». «No tiene ningún sentido, por respeto institucional, que aquello que deciden los valencianos no lo respete el gobierno, como pasaba hasta ahora», insistió. Al margen de este tema, el conseller celebró el fin del gobierno de Mariano Rajoy como «una cuestión de higiene democrática», pues «no podía continuar un partido declarado corrupto y que funcionó por los intereses de sus miembros, como el PP». Se trata, en definitiva, de «un momento de enhorabuena para el conjunto de demócratas».

El objetivo, que «las instituciones estén gobernadas por personas decentes y honestas y se regenere la democracia». «Lo que hicimos en 2015, tirar fuera a la gente que estuvo corrompiendo las instituciones durante 20 años, tocaba hacerlo en el Estado», reivindicó, si bien remarcó que es algo que llega tarde porque «los números ya existían». Joan Baldoví, portavoz de Compromís en el Congreso, por su parte, confirmó que Compromís valorará el próximo lunes celebra un encuentro de coordinación institucional la posibilidad de colaborar en el gobierno de Pedro Sánchez. «Evidentemente, si lo ofrecen lo valoraríamos», reconoció por «respeto a cualquier formación política «y por el objetivo final de gobernar». «De entrada, nunca descartaríamos cualquier opción de entrada en el nuevo Gobierno», reiteró antes de reclamar, en cualquier caso, la presencia de ministros valencianos en el nuevo ejecutivo.