n Alfonso Roselló, marido de una exalto cargo del Consell del PP y cuñado de una exconsellera, fue en su momento una pieza clave en la lucha zaplanista por el control de Aguas de València. Su buena relación con el poder, en especial con Juan Francisco García y su colaboración el con el régimen, le valió la entrada por la puerta falsa al sector público, en concreto a la Agencia Valenciana de la Energia (AVEN) en 2001, el año en el que supuestamente se produjeron las irregularidades en las adjudicaciones del plan eólico que investiga la UCO. Allí entró, según ha sabido este diario, sin que mediara proceso selectivo alguno y con un contrato como personal laboral fijo y la mayor retribución salarial posible en la plantilla: un nivel 30 y con un complemento específico E50, lo que le supone un salario mensual de más de 3.700 euros, sin contar las pagas extraordinarias.

Roselló, quien según algunas fuentes se habría distanciado hace años de Juan Francisco García, pero seguiría muy cercano a Juan Cotino, tiene, en su calidad de jefe de Recursos Humanos del Ivace, autorización para negociar todas las cuestiones relativas al personal. Sigue en el organigrama bajo la presidencia de Julia Company y es quien ha negociado la relación de puestos de trabajo del Ivace, una propuesta que Sector Público no ve clara ya que incluye reclasificaciones al alza de puestos de trabajo de varias jefaturas.