El empresario sirio Imad Al Naddaf Yalouk, nacido en Homs hace 56 años, reside en la Comunitat Valenciana desde la década de los años 80 y tiene cinco hijos. Tras afincarse en Castelló, lleva más de 15 años viviendo en València, donde según fuentes de toda solvencia «cuenta con gran prestigio y capacidad de influencia en la comunidad islámica valenciana».
Al Naddaf es el hombre fuerte de una de las tres grandes federaciones islámicas de la Comunitat, el Consejo Islámico Valenciano, y «alma» de la Gran Mezquita de Valencia. Esta entidad adherida a la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri) agrupa a las tres principales mezquitas de la Comunitat: la ya citada de València y la de Castelló y Alicante.
Clave en la gran fractura de 2005
Al Naddaf jugó un papel clave en la gran fractura de abril de 2005, cuando ciudadanos sirios -en representación del Centro Islámico en España (CIE), una entidad religiosa con sede en Madrid- expulsaron de la Gran Mezquita de València al Centro Cultural Islámico, con gran implantación en la comunidad magrebí valenciana. Al Naddaf, líder de la delegación valenciana del CIE, se convirtió en el primer responsable de la Gran Mezquita, que no en su imán (cargo religioso encargado de dirigir las oraciones colectivas). Poco después registró la Federación Consejo Islámico Valenciano (FCIV), convirtiéndose en su primer presidente.
En declaraciones a este diario, Al Naddaf, subrayó en noviembre de 2005 que la FCIV nacía para integrar a todas las entidades religiosas musulmanas de la Comunitat y acabar con los mensajes «confusos y, a veces incendiarios» que se lanzaban en las mezquitas y que, a su juicio, «han ayudado de una forma u otra a cosas tan terribles como el 11-M», en relación a los atentados de Madrid de 2004 en los que fallecieron 193 personas.
Por contra, desde la asociación de inmigrantes marroquíes Al Amal, su presidente, Boughaleb Mimi, acusaba a la federación de Al Naddaf de ser de un grupo sirio que actúa al dictado de Arabia Saudí y de la corriente wahabita que inspira a la monarquía de dicho país del oro negro, «la más radical y cerrada del Islam». «La religión les importa poco. Utilizan las mezquitas como tarjeta de presentación para obtener beneficios personales, ya que todos son empresarios», añadía.
Al Naddaf es administrador único de dos empresas: una con sede en Moncofa (Castelló) dedicada al transporte de mercancías por tren y carretera que fundó en 1989; y, desde hace un año, también tiene una mercantil dedicada al servicio de comidas con tres puestos en el Mercado Central de València. Además, desde 2014, es administrador mancomunado de una empresa de venta al por mayor de madera, materiales de construcción y aparatos sanitarios.
