El presidente de la Diputación, César Sánchez, dijo ayer que Compromís intenta «torpedear» el funcionamiento de la institución provincial y ha acusado al portavoz de la coalición, Gerard Fullana, de «deslealtad» por acordar en una reunión con él el reparto del plan de sostenibles y luego criticarlo por incluir siete millones en ayudas «a dedo». «Cuando llegamos a acuerdos tenemos que cumplirlos, parece que están ya en campaña electoral». Sánchez reclamó a su vicepresidente y persona nombrada para mediar con el Consell, Carlos Castillo, que convoque de inmediato la mesa bilateral con la Generalitat Valenciana para abordar el reparto de las «ayudas a dedo». «Hay mucho en juego y a Compromís le da igual. Solo le preocupa boicotear a la institución».

Por ello pedirá al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que «llame al orden» a sus socios de Gobierno ante la deslealtad. «Cuando Compromís es desleal en la Diputación también lo es el socio de Gobierno del Consell». Recordó que la Generalitat y la Diputación de Valencia también tienen ayudas nominativas, es decir, «a dedo» que no critican. «Compromís debe explicar por qué en la provincia critica lo que hace en la Generalitat y en la Diputación de Valéncia», indicó Sánchez, que ahora pide a Puig que se una a él contra sus socios.

La mesa bilateral, un acuerdo que salió de la primera -y única- reunión oficial entre Puig y Sánchez nunca se ha reunido. Las nominativas y el intento de poner en un brete al Consell, que también cuenta con este tipo de subvenciones, ha sido el motivo elegido por Sánchez para forzar primera convocatoria.