El Auditorio Provincial de Alicante se ha convertido esta mañana de sábado en un respaldo del presidente del PP al nuevo alcalde de Alicante, Luis Barcala, y en un acto de pompa y eje de la campaña electoral en la provincia con Mariano Rajoy presidiendo el evento tras su visita oficial al Ayuntamiento de Alicante.

El mitin, que ha arrancado con un homenaje a las víctimas de ETA tras conocerse la disolución de la banda, ha llenado el ADDA hasta la bandera.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha llegado al Auditorio Provincial ADDA a las 12.40 entre aplausos de los asistentes al acto político y se ha sentado en la primera fila del auditorio flanqueado por la presidenta autonómica del PP, Isabel Bonig, y el nuevo alcalde de Alicante, Luis Barcala.

El presidente del ejecutivo español ha dedicado sus primeras palabras a decir que ETA nunca debió de existir y que su gobierno y su partido nunca van a dejar a las víctimas de la banda.

Lo más destacado de su intervención ha sido la ofensiva que ha anunciado contra la política lingüística del Consell, y ha planteado que se estudia un recurso de inconstitucionalidad si no hay acuerdo en la comisión bilateral, que ya ha sido convocada. La ofensiva ha sido apoyada más tarde por la presidenta autonómica del PP.

Respecto a la ciudad de Alicante, ha indicado que el anterior alcalde no se dedicó a gestionar sino "a perder el tiempo". El resumen que ha hecho Rajoy de los últimos años en Alicante desde 2015 ha sido el de "calles sucias" y "el amiguismo ocupándose de los contratos".

Ha pedido al nuevo alcalde, Luis Barcala, y concejales que sean ejemplo de gestión y "demostrar en Alicante que la eficacia es motivo para votar a nuestro partido". "Confiamos en ti y en que no haya pactos de despacho tras las elecciones, porque vamos a ganarlas con mayoría", ha señalado para arremeter contra los pacto de izquierdas que lograron apartar del PP de las instituciones en municipios donde fue el partido más votado.

Hace dos meses Rajoy visitó el aeropuerto. Por eso ha recordado que el gobierno está trabajando con pasos previos para las obras que ya anunció ese día para mejorar la conexión de Alicante con Murcia y Andalucía y el AVE a Castellón. Respecto al Corredor Mediterráneo ha señalado que son 17.000 millones de inversión. "Es el proyecto más importante en España y una cuestión de Estado", ha dicho.

En cuanto a los Presupuestos Generales del Estado, el presidente del Gobierno se ha referido a la crisis que azotó al país y ha señalado que se tuvieron que tomar decisiones duras e importantes, "pero ahora ya podemos hacer cosas que antes no podíamos". "Vamos a subir sueldos de funcionarios, pensiones mínimas un tres por ciento, y en la medida en que podamos generar empleo subiremos pensiones y sueldos, pero lo que no podemos hacer, como hizo el anterior gobierno, es gastar lo que no se tenía".

Bonig pide la dimisión de Puig

Por su parte la presidenta autonómica del PP le ha dicho a Barcala que su "trabajo, esfuerzo e ilusión" ha tenido resultados. Con energía desbordante, Bonig ha señalado que recuperar la Alcaldía es "la antesala de lo que pasará en 2019: la recuperación de las instituciones por parte del PP".

En su intervención ha recurrido al discurso de que los que gobiernan la Comunidad "quieren enfrentar y dividir a una sociedad" y ha apelado a los decretos sobre el plurilingüismo y a la política educativa del conseller Vicent Marzá, "aplastada por los tribunales".

Las sentencias contra el plurilingüismo de Marzá han sido bien aprovechadas por la presidenta del PP para vender que el Consell es un gobierno que "impone". En este sentido, ha pedido la dimisión del presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, por ser el responsable de las políticas educativas y ha anunciado que su partido eliminará el requisito lingüístico para acceder a la función pública, provocando los aplausos de los militantes, que se han puesto de pie.

Además, ha dicho que la Comunidad no va a seguir la "senda de la catalanización" porque "la lengua nunca ha sido un motivo de conflicto", ya ha arremetido contra los que tienen complejos y "prefieren ser catalanes de segunda que valencianos de primera".

El alcalde alicantino, Luis Barcala, ha subrayado en su intervención, que la ciudad había vuelto a la "razón". Destacó las disputas internas y los "rocambolescos" casos de espionaje en el Ayuntamiento en los últimos tres años, así como la "falta de gestión".

El primer edil ha pedido a Rajoy "el apoyo de todos" y le ha anticipado que le va a llamar mucho. "Es mi obligación. Te llamaré y pediré ayuda para Alicante. Llamaré a los ministros. Y no te engañaré. Puedo llegar a ser muy muy pesado, porque voy a pedir mucho a Valencia pero también a Madrid", ha zanjado. "Le voy a pedir a Ximo Puig que espabile, que termine el túnel de la Serra Grosa y que invierta en Alicante lo mismo que en Valencia".

"Nos vamos a dejar la piel por Alicante, la Comunidad y por España", ha culminado.

Císcar y el temor a Cs

Por su parte, el presidente provincial del PP ha iniciado su intervención atacando los gobiernos "tuti fruti" que "no van a ninguna parte" y ha reconocido que el PP ha accedido a la Alcaldía en "circunstancias excepcionales". Ha señalado que están solos porque no han contado con el apoyo de Cs. "Cuando toca trabajar es un partido que no está. Cs es un partido de veraneantes".

Los dardos contra Cs han mostrado claramente que el partido teme el avance de los naranjas en las encuestas.

La eliminación del trasvase Tajo-Segura ha sido otra de las críticas de Císcar, quien ha arremetido contra la participación de cargos socialistas en las protestas. Los populares han retomado la batalla del agua y el acto de este sábado así se ha evidenciado. "Te pido, presidente, que se tenga en cuenta el principio de la solidaridad".