Los dos mil delegados del PP concentrados desde ayer en un hotel de Sevilla para la convención nacional del partido se llevaron ayer la imagen de una Comunitat Valenciana situada en el epicentro de la amenaza secesionista. Es la estampa que dejó la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, en su intervención, pero también la visión que deslizaron altos mandatarios de Génova como la secretaria general, Dolores de Cospedal, o el coordinador general, Fernando Martínez Maíllo.

Bonig fue directa en sus cinco minutos de gloria ante la plana mayor popular. Acusó al gobierno de Bloc-Compromís y PSPV (por este orden) de «sembrar la semilla nacionalista que empezó en Cataluña a través de un componente clarísimo que es la educación». Este, dijo, es «el caballo de batalla» de los populares valencianos: «Que ese germen que empezó en Cataluña no arraigue».

En esa dirección se había expresado ya Cospedal al presentar la convención y dirigirse a todas las delegaciones. De la valenciana (unas 180 personas) y la balear destacó su integridad y que «no quieren ser colonizados por nadie».

También Maíllo fue por esos derroteros al ensalzar la actitud de Bonig «contra el decreto de plurilingüismo y en defensa de la enseñanza concertada».

El coordinador general levantó los aplausos del auditorio al referirse a la denuncia que la presidenta del PPCV ha realizado de «la corrupción en el PSPV y el Bloc». Obviamente, en todos los «diálogos populares» (la sesión en la que participó Bonig junto con otros barones populares) no hubo mención a Gürtel o demás casos de corrupción que afectan a cargos del PP. La «brava» y «aguerrida» Bonig (así la presentó Maíllo) dijo de manera genérica que su partido había «cometido y asumido errores» y había aprendido de ellos. Sin más detalle.

La líder del PPCV no se olvidó del frente de Ciudadanos. Aseguró que el PP está solo en la batalla contra el nacionalismo en los tribunales y recordó la oposición a una televisión que, «como TV3, será vehículo de adoctrinamiento»: «Nos gustaría que otros nos acompañasen además de hablar».