El detalle de los datos por provincias del reparto de la inversión en los presupuestos generales del Estado para 2018 refleja el volumen de maltrato que sufre, una vez más, la provincia. Alicante es la cuarta circunscripción del Estado con menos inversiones por habitante. Y eso significa que las cuentas de este año, aún pendientes de que el PP con sus socios de Ciudadanos puedan sumar los votos suficientes para sacarlas adelante, desde luego dejarán a la provincia muy lejos de resolver un déficit inversor que, desde que gobierna Rajoy, se acerca a los 1.100 millones en las comarcas alicantinas y a casi 2.700 en la Comunidad. Sólo en estas cuentas que ahora somete el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a la consideración del Congreso, la provincia tendría que recibir 271 millones más para estar en la media inversora del Estado, dos tercios de los 334 que le corresponderían a toda la Comunidad. «Estamos maltratados. Especialmente Alicante», denunció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, después de reunirse con la cúpula de la conselleria de Hacienda y con altos cargos de Infraestructuras.

Como se puede apreciar en el cuadro que acompaña esta información, Alicante suma 100 euros de inversión por habitante -incluyendo el gasto de la Seguridad Social- y sólo supera en ese indicador, por este orden, a Almería, Navarra y Málaga. Incluso, la clasificación podría ser todavía más baja si se tiene en cuenta que la comunidad foral cuenta con un sistema propio que incluye una financiación muy ventajosa para sus arcas. Eso le permite gestionar un volumen de dinero, como ocurre en el caso del País Vasco, que con toda seguridad elevaría sus números notablemente. No sólo es que Alicante se queda a 117 euros de la media de España y que es la provincia de la Comunidad que sale peor parada en estas cuentas. Es que llega a recibir 16 veces menos dinero que Zamora, el territorio que encabeza la clasificación de inversiones por habitante. Un expolio que se viene repitiendo de forma sistemática. Los números, de hecho y teniendo en cuenta la versión oficial, son calcados a los de 2017, los peores presupuestos de la historia para la provincia. Alicante pierde la partida con todas las provincias de un tamaño parecido -Sevilla, Vizcaya...- con la excepción de Málaga, todavía más a la cola.

Aún serían estos datos mucho peores, en cualquier caso, si se baja al detalle de las partidas que, en realidad, se pueden calificar de inversiones, en las que se puede apreciar un tijeretazo de hasta el 25%. Atendiendo a esa inversión real, la provincia sería la última del ranking con diferencia. El PP defiende las cuentas, apunta que son unas previsiones para medio año o menos y recuerda que hay pendiente un gran volumen de inversiones en carreteras que, sin embargo, como se recordará, no figura en estos presupuestos al quedar en manos privadas. Estos datos, de nuevo decepcionantes para la provincia y la Comunidad, provocaron la protesta contundente del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tras analizar el contenido del documento con los equipos de Hacienda e Infraestructuras. Y se mostró especialmente contundente a la hora de cargar contra el trato a la provincia.

«Es un nuevo portazo a nuestra Comunidad. No se acercan a la inversión por habitante media de España. Estamos maltratados, y este año muy especialmente la provincia de Alicante, que se queda a 117 euros por habitante para alcanzar la media. De los 334 millones que le faltan a la Comunidad para alcanzar esa media, dos tercios son de la provincia de Alicante con unos 271 millones», precisó. El jefe del Consell advirtió que «el problema es la tendencia y la cronificación de la infrainversión» en la Comunidad Valenciana que en los años en los que Mariano Rajoy es presidente del Gobierno «ha dejado de recibir más de 2.650 millones de euros, lo que traducido ha supuesto perder más de 31.000 empleos y sólo este año unos 3.900». A su entender, aseveró Ximo Puig durante una comparecencia en el Palau de la Generalitat, estos nuevos presupuestos «confirman la tendencia de lo que ha sido el Gobierno de Mariano Rajoy respecto a la Comunidad dejándola en el furgón de cola de inversión por habitante». Siendo el 10,6% de la población, recibe sólo el 6,3% de la inversión, apuntó el jefe del Consell.

Se trata de algo «escandaloso», alertó, y «más escandaloso si cabe si se compara con la inversión real, es decir lo ejecutado, que no alcanza más del 50%», precisó. De este modo, la inversión real supone el 5% de la de toda España. Desde 2012 a 2016 el estado de ejecución es del 5,04%, con lo que «no solo es pésima la concepción presupuestaria sino que lo que es terrible es la ejecución», incidió. De este modo, Puig criticó la «discriminación activa» a la Comunidad Valenciana, a la que «no se respeta» y cuestionó que «frente a la lealtad de la Generalitat y la lealtad de todos los valencianos, la pedagogía aplicada por la gestión del señor Rajoy nos lleve a una situación de infrainversión e infrainversión activa y permanente».

«Si nosotros que estamos en las tesis del diálogo y del acuerdo, de la utilización de las instituciones, recibimos un portazo detrás de otro, ¿cuál es la otra vía?», se preguntó. Para Puig, la actitud del Gobierno central es «difícil de comprender», sobre todo porque «estamos diciendo que existe el problema valenciano y hay que resolverlo pero no estamos en vías de ruptura». Hizo un llamamiento para «devolver a la agenda» la reforma del sistema de financiación, una cuestión que a su juicio «parece que se quiere sacar de ese debate». El presidente de la Generalitat se ha quejado de que es el Gobierno el que «ha incumplido la Constitución» al presentar las cuentas del Estado a mitad del ejercicio y es «su responsabilidad sentarse ahora a negociar con los partidos unos presupuestos que no sirven».

Además, Ximo Puig ha ido más allá para señalar que la autonomía española que mejor inversión recibirá dispondrá de 319 euros por habitante. «Si la Comunidad recibiera una inversión equivalente a la que más recibe este año recibiría 1.500 millones de euros más», calculó. Si el pasado mes de marzo, lideramos la creación de empleo, resaltó Puig, «con la financiación adecuada y las inversiones que nos tocan, la Comunidad crecería alrededor de un punto más del PIB, lo que supondría miles de puestos de trabajo», aseguró. Sin embargo, para el jefe del Consell, estos presupuestos «solidifican la marginación a los valencianos» y «a pesar del esfuerzo de nuestras empresas y trabajadores, Hacienda vuelve a distribuirlos de una manera absolutamente arbitraria».