El exgerente de la empresa pública Imelsa, Marcos Benavent, tampoco pone la mano en el fuego por nadie. Preguntado ayer en las Cortes por el apoyo que los expresidentes de diputación Carlos Fabra y Alfonso Rus brindaron la semana pasada a Camps, Benavent se ha desmarcado totalmente.

Benavent no soltó una palabra en la comisión de Ciegsa porque sobre esta cuestión está pendiente de declarar ante el juez. Pero en los pasillos sí admitió que vio cómo circulaba el dinero de los casos de corrupción aunque no ha querido dar nombres ni ser más concreto. «Yo vi las mordidas en primera persona», aseguró y sobre el fin último que tenía Ciegsa remitió a que conteste quien la fundó, el expresidente Zaplana. Preguntado por la confesión de Ricardo Costa ante el juez en la que reconoció la financiación ilegal sonrió e hizo un gesto afirmativo como el que sabe bien de lo que habla.