El Distrito Digital arranca ya en Alicante. El Diari Oficial de la Generalitat publica en su edición de ayer la orden que permitirá iniciar este ambicioso plan para atraer empresas a esta iniciativa vinculada a la nueva economía tecnológica que se ubicará en el complejo de la Ciudad de la Luz, en el que se instalará la base de dirección y que el Consell pretende así recuperar. Desde hoy mismo y hasta el próximo 30 de octubre, según figura en la resolución de la empresa pública Proyectos Temáticos, las empresas tecnológicas que lo deseen podrán adherirse al sistema de incentivos que les permitirá, siempre que trasladen al menos una de sus unidades de negocio a Alicante, ingresar entre 30.000 y 40.000 euros por la contratación de nuevos trabajadores hasta un total de tres empleados. Para este primer año, la Generalitat cuenta con 3,5 millones, entre la cantidad inicial y un millón más que se podría suplementar en junio en función de la demanda que tenga el proyecto.

Este ambicioso plan del Consell pretende atraer en esta primera fase, al menos y como ya publicó este periódico, a 120 empresas que se instalarán en Alicante generando, inicialmente, alrededor de 500 empleos directos, según las previsiones con las que trabaja la empresa pública Proyectos Temáticos. La Generalitat se ha marcado como objetivo lanzar esta iniciativa en un plazo máximo de dos años -2018 y 2019- con este programa de incentivos como piedra angular para captar talento. Diseñado como una alternativa para dar vida en parte las instalaciones de la Ciudad de la Luz -una inversión de 300 millones en la etapa del PP pero que hoy está vacía-, la hoja de ruta con la que trabaja el Consell, decidido a abrir esta iniciativa a la colaboración de operadores del sector privado, considera que a finales del año que viene, el Distrito Digital se convertirá en un espacio de referencia en toda Europa por la posición estratégica de la provincia. Y articulará otras vías de negocio como eventos tecnológicos o la opción de captar otro tipo de empresas digitales de primer nivel, según los datos de este periódico.

Este plan inicial concebido como una «semilla» que, conforme a los cálculos de Proyectos Temáticos, debe empezar a dar sus frutos durante 2019 tiene un punto de partida: atracción de empresas y talento. Las sociedades que se integren en este programa podrán acogerse a un ambicioso sistema de incentivos durante un año: un total de 30.000 euros en el caso de que contraten a dos trabajadores y hasta 40.000 euros en el supuesto de que cuenten con hasta tres nuevos empleados. Pueden ser empresas de España o del extranjero vinculadas a la economía digital, con más de dos años de presencia en el mercado, consolidadas con niveles de facturación de un mínimo de 200.000 y especialiazadas en media, turismo, «smart cities», salud e inteligencia artificial.

Las mercantiles que participen en este programa se instalarán en la Ciudad de la Luz y la idea de la Generalitat es que buena parte de ellas se queden en Alicante tras el periodo de vigencia de los incentivos. Sólo se abonarán una vez que se verifique que la empresa ha cumplido con los requisitos. Entre las obligaciones se encuentra el traslado de la sede social a Alicante o, como mínimo, la creación de una sucursal y que los nuevos contratos de empleo favorezcan a ciudadanos de la Comunidad. Inicialmente, esta acción concebida como una plataforma de lanzamiento del «Distrito Digital» durante los dos próximos años podría atraer, de acuerdo con las previsiones de Proyectos Temáticos, la instalación de un mínimo de 120 empresas y llegar hasta las 160, 70 durante 2018 y 90 el año que viene.

Proyectos Temáticos, empresa pública de la Generalitat ubicada en Alicante y dirigida por Antonio Rodes, se encuentra, además, en una situación económica favorable después de las últimas decisiones del gobierno valenciano. Como ya publicó este periódico, se ha destapado un agujero de 186 millones que se remonta a la etapa del PP y que se ha tenido que cubrir condonando un préstamo concedido en su día por la Generalitat por importe de 191 para evitar el cierre de la firma.