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El magistrado, tras la declaración de Víctor Campos: «No sabe nada, no recuerda nada»

El exvicepresidente del Consell niega cualquier relación con la financiación ilegal del PP

El juez, tras la declaración de Campos: «No sabe nada, no recuerda nada»

El exvicepresidente del Consell Víctor Campos compareció ayer en el juicio por la financiación ilegal del PP que se está celebrando en la Audiencia Nacional pero habría dado lo mismo que se hubiera quedado en casa. El también exsecretario general del partido en Castellón, desde donde testificó por videoconferencia, o no sabía o no recordaba nada de lo que se le preguntaba. Tan flagrante fue su actitud a medio camino entre el desconocimiento más absoluto y la amnesia cuasi patológica que el magistrado José María Vázquez Honrubia no tuvo reparos en sellar su declaración con un lapidario «no sabe nada, no recuerda nada» que se escuchó en toda la sala.

Porque así fue. Citado como testigo a instancia de la acusación popular que se ejerce en representación del PSPV, quien fuera hombre de confianza de Francisco Camps, por no recordar, ni se acordaba de la responsabilidad que tenía en el partido. «Estaría en el organigrama pero no tenía ninguna participación activa», respondió. Y por esos derroteros discurrió toda su comparecencia.

Así, quien fuera calificado por el exgerente del PP Luis Bárcenas como el «tesorero de facto» de la formación en la Comunidad, negó cualquier responsablidad en la gestión económica. «Los presupuestos los hacía el partido y allí sabrán quién la tenía», apuntó. Y aseveró que ni siquiera hablaba con la entonces gerente y ahora acusada, Cristina Ibáñez, «porque no tenía asuntos que despachar con ella».

Fue entonces cuando la letrada Gloria de Pascual le preguntó por los «paquetitos» de dinero que Ibáñez declaró que Campos le entregaba en su propio despacho. «En algunas ocasiones le hice llegar donativos, pequeñas cantidades de no más de 3.000 euros que me daban en reuniones comarcales del partido para que las ingresara en la cuenta legal del PP correspondiente a las donaciones. No sé qué decirle porque no le daba importancia», explicó.

Sin órdenes

En la misma línea, el exvicepresidente tampoco pareció que le diera excesiva relevancia a los problemas que los hombres de Francisco Correa arrastraban para cobrar lo que el PP les adeudaba. «Oía a Álvaro Pérez quejarse de que se le debía dinero. Supongo que se resolvería, pero nunca di instrucciones para que se hiciera», dijo.

Tampoco de su boca salieron órdenes, aseguró, para que los empresarios que han confesado los pagos contribuyeran a financiar el partido. Es más, a las preguntas de la abogada de si al menos conocía a los de Castellón, tampoco fue muy preciso pese a que en el caso de uno de ellos, por ejemplo, su mercantil participaba en la empresa en la que Campos entró a trabajar tras dejar la política.

Puestos a negar, el testigo también rechazó que nadie desde la sede nacional le hiciera llegar los reparos que el exvicesecretario Ricardo Costa asegura que le trasladó a Bárcenas sobre la práctica de obligar a los empresarios a saldar las deudas del partido con el entramado de Gürtel. «Es inverosímil y erróneo», precisó Campos. Y desmintió con la misma contundencia al exgerente nacional acerca de la reunión que, según su relato ante el juez, mantuvieron en su despacho de la conselleria, una cita a la que también habría asistido Álvaro Lapuerta y un empresario que aseguró no recordar quién era y que quería contribuir a las arcas del partido.

Tampoco supo aclarar por qué aparecía su nombre en la contabilidad de Orange Market, la filial valenciana de Correa. «No tengo ni idea, sería una referencia para ellos», espetó. Y negó que tras su salida de Consell le comunicara al exvicepresidente Vicente Rambla que Costa, de quien se confesó amigo, se iba encargar de los asuntos económicos.

En un momento del interrogatorio Campos se quejó de estar siendo interrogado más como un acusado que como un testigo. «Algo de razón tiene», le respondió el juez.

En la jornada de ayer también testificó el senador y exsecretario regional del PP Antonio Clemente, quien aseguró que las cuentas las manejaba la gerente y que hasta noviembre de 2009, después de los hechos que se juzgan, no tuvo firma en el PP. Y cerró el día la tesorera y gerente nacional, Carmen Navarro, quien dijo no entender por qué había sido citada si sólo podía decir lo que le han contado quienes estaban en el PP en aquellos años.

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