El PP se autoproclamó ayer el partido político encargado de abanderar las principales reivindicaciones de los autónomos y pequeños empresarios de la Comunidad y, especialmente, de la provincia de Alicante. Los discursos de los cargos populares que ayer se subieron al estrado en el Centro de Congresos de Elche -desde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hasta el presidente provincial del partido, José Císcar, pasando por la presidenta autonómica de los populares, Isabel Bonig y la ministra de Empleo, Fátima Báñez- hicieron un barrido por todas las medidas del partido, tanto autonómicas como nacionales, para mejorar la situación de uno de los sectores que con más ahínco ha defendido Cs.

Hacerse con un conjunto productivo que en la provincia de Alicante cuenta con cifras altas -la propia ministra concretó que Alicante y Málaga son los principales motores en cuanto a pymes y autónomos- ya no va a ser solo cosa del partido naranja. El PP ya ha evidenciado que va a entrar claramente en esa batalla y que no va a dejar que sea solo el partido de Rivera el que lidere la defensa de los autónomos.

En este sentido, todas las intervenciones recordaron la Reforma Laboral, la ley de autónomos, o la importancia de la tarifa plana de 50 euros que los populares autonómicos quieren hacer extensiva a dos años. Un cúmulo de medidas que no evitó que el presidente de la asociación de autónomos de la provincia de Alicante (ATA), Lorenzo Amor, pidiera al PP el desbloqueo de los presupuestos generales «porque no se puede secuestrar el empleo» por ello. «Es muy pronto, creo, para empezar la campaña electoral», indicó Amor durante una mesa redonda en la que participaron, entre otros, el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, y la secretaria general del PP de la Comunidad, Eva Ortiz, que moderó el debate que tuvo lugar durante la convención nacional del PP con las pymes en el Centro de Congresos de Elche.

Desembarco de cargos

A la amplia representación del sector empresarial se sumó la plana mayor del PP nacional. Allí estuvo, junto a Rajoy, el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Casado; el portavoz en el Congreso Rafael Hernando; los diputados nacionales por Alicante Joaquín Albaladejo, Loreto Cascales, Gerardo Camps y Dolores Alba; o la senadora Asunción Sánchez Zaplana. El PP autonómico desembarcó con Eva Ortiz, Isabel Bonig, y diputados autonómicos mientras que la cúpula provincial se dejó ver al completo con el presidente José Císcar, el número dos del partido en Alicante, Eduardo Dolón, y el número tres, Rafael Candela. El presidente de la Diputación, César Sánchez, miembro de la dirección nacional del PP, se sentó junto a Císcar y a ambos se les vio en sintonía, haciendo comentarios y con alguna sonrisa pese a la inestabilidad que ha vivido la bicefalia en el partido en las últimas semanas.

Los vicepresidentes de la Diputación Carlos Castillo y César Augusto Asencio; la diputada y edil en Elche, Mercedes Alonso; el presidente local del PP de Alicante, Toño Peral o el subdelegado del Gobierno José Miguel Saval fueron otros de los cargos que acudieron al acto, que sirvió para dar un espaldarazo al presidente del PP local, Pablo Ruz, que ayer jugó el papel de anfitrión de los populares.

Rajoy le invitó a formar parte de la foto de familia del PP junto al resto de cargos y tanto él como Bonig dijeron de Ruz que será un «magnífico» alcalde de la ciudad, complicando más aún las aspiraciones del candidato de Mercedes Alonso, Vicente Granero. Ruz subió a las redes sociales un vídeo con Rajoy y Bonig, un anticipo sobre su candidatura a la Alcaldía a la que solo le falta ya que se haga oficial.