El PP en la Diputación de Alicante ha rectificado su postura ante la reprobación del expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, y aplicará en el próximo pleno ordinario, que se celebrará dentro de un mes, la línea de la abstención marcada por la dirección del partido, según aseguró ayer el vicepresidente de la institución y secretario general del PP, Eduardo Dolón. La consecuencia directa de acatar las directrices del PP es que la moción de Compromís para instar a Camps a abandonar el Consell Juridic Consultiu (CJC) por su vinculación con la financiación ilegal del PP de la Comunidad es que saldrá adelante al estar los populares en minoría y ser los socialistas socio de Compromís en las Cortes, que ya votó a favor en la cámara autonómica.

En el pleno provincial del miércoles el presidente César Sánchez, exasesor de Camps, y su grupo esquivaron el caso Gürtel que Compromís intentó calzar con su moción. El PP votó en contra de admitir la urgencia de la propuesta y la propuesta quedó fuera del orden del día, pero la coalición anunció que volverá a presentarla en tiempo y forma para que se pueda llevar al pleno de marzo. La delicada situación en la que se mueve el expresidente de la Generalitat con una nueva investigación y tras las declaraciones que sobre él se están vertiendo en el juicio por la financiación ilegal del PP de la Comunidad es una baza política que Compromís seguirá jugando para desgastar al presidente de la Diputación.

Dolón, número dos en la institución alicantina y en el PP de la provincia de Alicante y, por tanto, un canal de mediación entre el partido y la Diputación, aseguró ayer que el presidente permite todos los debates en el pleno, por lo que el de Camps no será diferente si Compromís presenta su iniciativa en tiempo forma. Explicó que el PP aplicará la directriz de la abstención marcada por la presidenta del partido, Isabel Bonig, y que la formación ya aplicó en las Cortes Valencianas y en ayuntamientos como Alicante o Elche. Pero la línea del partido convertiría a la Diputación en la primera institución gobernada por el PP en reprobar a Camps por Gürtel, una institución donde, además, se sienta en el sillón de Presidencia uno de sus mentores. César Sánchez no ha puesto reparos al partido y ha habido acuerdo para que en la Diputación el voto coincida con el posicionamiento de PP de la Comunidad Valenciana.

La abstención es el camino por el que han optado los populares para no aferrarse a una etapa del pasado marcada por los escándalos de corrupción ni afear públicamente a un cargo del PP que sigue ocupando un cargo en una institución pública como es el CJC, un puesto que cuesta a las arcas de la Generalitat Valenciana 160.000 euros contando a la secretaria de Camps y al chófer. La «papeleta» no es fácil para el PP de la Diputación, aunque Dolón le quitó hierro a este asunto apelando a que si la moción sale por la abstención del PP será una decisión democrática como cualquier otra. Así que Compromís amenaza con hacer guerra de la coyuntura política: un juicio en la Audiencia Nacional por financiación ilegal del PP, un presidente en la Diputación ligado a Camps y al propio Franscisco Camps investigado, junto al exconseller alicantino Mario Flores y otros cargos populares, por presunta corrupción en la construcción del circuito de la Fórmula 1 de Valencia.