La Diputación de Alicante aprobó ayer por primera vez un cambio en el sistema de reparto de las subvenciones nominativas, más conocidas como «ayudas a dedo», y retiró las polémicas concesiones por más de tres millones de euros a Busot, La Nucía y Mutxamel concedidas al cien por cien para volver a tramitarlas bajo los nuevos criterios de adjudicación directa. El cambio de la ordenanza de subvenciones salió adelante tras un pacto entre el PP y PSOE, que acordaron respaldar la propuesta de acuerdo que trasladó el portavoz de los socialistas, José Chulvi, al presidente César Sánchez, que la hizo suya y a la que también se sumó la diputada de EU, Raquel Pérez.

La propuesta de los socialistas se basa en nuevos criterios de población y establece que la junta de portavoces sea el espacio de análisis de las peticiones de ayudas de los ayuntamientos. La moción del PSOE también pedía al pleno retirar las ayudas a los municipios de dos vicepresidentes y un diputado. Al aprobarse, las ayudas quedan anuladas y se volverán a tramitar atendiendo a los nuevos criterios de reparto. Compromís, formación promotora del debate de las ayudas «a dedo» en la Diputación, rehusó entrar en el pacto al considerarlo una especie de juego de trileros para seguir haciendo de la Diputación un «coladero clientelista» con el tradicional sistema creado por el bipartidismo.

El respaldo a la propuesta del PSOE supone una jugada redonda para la estrategia política del PP, que al anular las ayudas ya concedidas a Busot, La Nucía y Mutxamel consiguen que el procedimiento abierto en el juzgado de lo Contencioso, que ordenó la suspensión cautelar de la subvención de casi 800.000 euros para un polideportivo en Busot, se quede en papel mojado. Lo mismo ocurre con la concesión de 1,1 millones a La Nucía, también en los juzgados. Los populares se quitan así de encima uno de los temas que más ha dañado el mandato de Sánchez.

El portavoz en la Diputación, Gerard Fullana, puso en valor el debate que se ha abierto en la institución provincial gracias a su formación, que llevó a la sesión de ayer su propia propuesta, que fue rechazada por el plenario. Sostuvo que la moción aprobada por el PP, PSOE, EU y el diputado no adscrito «deja la puerta abierta a que se utilicen de forma arbitraria los fondos públicos». «Es una profunda decepción ver que todo este tema acaba con una foto falsa de unidad y diálogo», añadió, ya que el pacto que ayer se vivió en la Diputación corta las alas a un asunto al que Compromís le estaba sacando un jugoso rédito político al visibilizar las condiciones y las grandes aportaciones que han recibido con César Sánchez municipios gobernados por cargos de su equipo de gobierno. No faltaron las críticas a Sánchez por «no tener ningún interés» por llegar a un acuerdo con su grupo y Fullana recordó que hacía 20 días que le solicitó una reunión al presidente para por este asunto y que le atendió ayer poco más de media hora antes de iniciarse el pleno.

El portavoz del PSPV, José Chulvi, se mostró «muy satisfecho»porque hay un «punto de partida que puede ser positivo». La representante de EU, Raquel Pérez, negó por su parte haber acordado con el PP el acuerdo y sostuvo que respaldó la propuesta socialista para establecer un protocolo de adjudicación de nominativas en el que impere el carácter excepcional.