El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, ha permitido incluir en el pleno extraordinario del lunes para aprobar definitivamente los presupuestos de 2018 las dos mociones de Compromís que no dejó debatir en la última sesión plenaria. Se trata, por un lado, de las ayudas «a dedo» a los pueblos de los vicepresidentes de la institución en condiciones que, para la coalición, suponen un agravio comparativo con el resto de municipios. Sánchez permitirá así llevar al pleno para su debate las subvenciones nominativas de la Diputación cuestionadas en los juzgados y sobre las que los tribunales tendrán que emitir una valoración. De momento, una juez de lo Contencioso ha suspendido la ayuda «a dedo» al pueblo de Busot para un polideportivo, donde es alcalde el vicepresidente y diputado de Hacienda, Alejandro Morant.

La otra iniciativa es una reprobación al presidente del PP de la provincia, José Císcar, por su gestión de los fondos europeos en proyectos educativos siendo Conseller y por la que Hacienda reclama ahora al Consell 8 millones de euros. En este sentido, Compromís amenaza con aprovechar el juicio de Gürtel para recordar a César Sánchez su vinculación al expresidente de la Generalitat Francisco Camps, al que han señalado los principales empresarios acusados en la causa por la presunta financiación irregular del PP de la Comunidad Valenciana.

La sesión plenaria se celebrará una semana después del grueso del juicio por la financiación del PPCV y será el primer pleno que debatirá las ayudas «a dedo» tras la suspensión cautelar de la ayuda a Busot. La cita del lunes se realizará sin que Sánchez haya respondido a la solicitud de Compromís de citarse con su portavoz en la Diputación, Gerard Fullana, para estudiar una rectificación de las ayudas.