No es la primera vez que el cabecilla de la trama Gürtel, montada para extraer beneficio económico de adjudicaciones públicas allá donde gobernaba el PP, apunta a Francisco Camps. La perspectiva de añadir más años de prisión a su haber ha llevado a Francisco Correa a abundar en lo que dijo el 21 de octubre de 2015.

En aquella ocasión, Correa se vio de nuevo acorralado por la Fiscalía Anticorrupción, quien en febrero le había puesto en la picota por los contratos que cobró Orange Market. Tardó unos meses, pero Correa respondió, en busca de posibles beneficios en su condena. Escribió entonces otra confesión, mucho más extensa y detallada que la que entregó ayer, explicando que «en el año 2004, cuando José María Aznar dimite y entra como presidente del PP Mariano Rajoy decido dejar de trabajar con Génova» y «de forma casual» tras conocer Álvaro Pérez a Camps, se monta una nueva estructura en València.

Es entonces cuando se crea Orange Market y «el Bigotes» se va a vivir a la capital del Túria. «Se nos concedió Fitur, una parte de la visita del Papa (por parte de la Generalitat) y pequeños contratos. Sin embargo, hacíamos todas las campañas y mítines del PP», explica en el escrito. «Entiendo que fue Francisco Camps quien le dio las instrucciones a la consejera para que se adjudicase a Orange Market, porque así me lo dijo Álvaro Pérez».

Respecto a la visita del Papa, aseguró que «quien dio las instrucciones para que fuera adjudicado a través de Canal Nou fue Francisco Camps, según Pérez». En cuanto al Open de Tenis, detalló que «lo organizaba todos los años la conselleria de Presidencia. Como no tenía dinero se nos dijo que había que fraccionar la factura en diferentes facturas a otras varias conselleries. Esto fue por orden de Francisco Camps», relató Correa.

Pocos meses antes, en julio de ese mismo 2015, Correa ya mencionó el nombre de Camps durante el juicio por Fitur. «Es posible que Camps le dijera al Bigotes '¿por qué no te animas y te vienes a Valencia a hacer alguna campaña?'», declaró. Por la causa de los trajes, Correa no llegó a declarar en el juicio como testigo al estar imputado en otras ramas de Gürtel.

Con todo, la implicación de Camps con la trama comenzó mucho antes. En 2009, una imputada, denunciada posteriormente por Camps por faltas a su honor, aseguró que el exjefe del Consell había recibido trajes por valor de hasta 30.000 euros.