El presidente de la Generalitat y el dirigente de la principal institución que le resta al PP después de las elecciones municipales y autonómicas de 2015 no se habían reunido todavía desde que se celebraron aquellos comicios. Habían coincidido en actos en la provincia, en alguna convocatoria con los otros dos presidentes de las diputaciones de la Comunidad pero, en ningún caso, se habían visto las caras para rebajar la tensión que ha reinado entre ambas administraciones durante estos dos años y medio. Ahora se supera ese escenario aunque, en principio, será César Sánchez el que vaya al Palau de la Generalitat cuando en principio la idea era que fuera Ximo Puig el que acudiera al Palacio Provincial.