El Ministerio de Hacienda que dirige Cristóbal Montoro se ha dirigido al Consell por carta para comunicarle otro tijeretazo en la financiación que volverá a convertir a la Comunidad Valenciana en la peor financiada del país. La misiva de Montoro con los nuevos importes de las entregas a cuenta por el sistema de financiación del ejercicio 2018 y la previsión de la liquidación definitiva de dicho sistema para el año 2016, que es la que se percibirá en julio próximo, dejan clara una merma de 353 millones respecto a la previsión hecha en julio por el propio ministerio, mientras que el importe de la liquidación se mantiene inalterable. La cuestión es que el hachazo a las arcas de la Generalitat deja a la Comunidad Valenciana con menos recursos financieros que en 2017.

El Ministerio ha justificado su misiva -que llega días después de pedirle al Consell que se apretara más el cinturón antes de acabar el año para corregir el desvío del gasto- en la actual situación de prórroga del presupuesto de 2017 y añade que el nuevo cálculo basado en las cuentas del año pasado será aplicable «a los pagos mensuales de las entregas a cuenta a partir de enero de 2018 en tanto no se disponga de un nuevo presupuesto aprobado para dicho ejercicio». De este modo, la financiación de los valencianos en términos de caja para el próximo año se verá reducida en 353 millones respecto a las cifras comunicadas en julio y que son las que sirvieron para elaborar los Presupuestos de la Generalitat para 2018. Asimismo, los nuevos importes suponen una minoración de los recursos de la Comunidad en términos de caja para el próximo ejercicio de 269 millones, un 2,6% menos en relación a 2017.

En las previsiones que trasladó el Ministerio, la cantidad prevista de entregas a cuenta a la Comunidad correspondientes a 2018 fue de 8.699 millones lo que, unido a una liquidación de 2016 de 1.568 millones, daba una financiación total en términos de caja el próximo año de 10.267 millones. Este importe ya supuso un hachazo del Gobierno central a los valencianos al suponer un incremento de solo el 0,83% respecto a 2017 (únicamente 84 millones más), frente a la media del conjunto de las autonomías del 3,98%, a pesar del crecimiento económico de la Comunidad previsto para 2018, superior al promedio estatal.

La cifra total entre entregas a cuenta y liquidación de 2016 se queda en 9.914 millones, lo que comportará un descenso en los recursos de la Comunidad en términos de caja del 2,6% respecto a 2017, cuando se ingresaron 10.183 millones. El ministerio advierte de que estas serán las cuantías «en tanto en cuanto no se apruebe el nuevo presupuesto para 2018». Montoro cierra su carta señalando que estos son los importes sin perjuicio de que a medida que avance la tramitación del Proyecto de la Ley de Presupuestos Generales del Estado y con ello la reforma de la financiación se puedan modificar así las condiciones del reparto.

Para la secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, la maniobra del ministerio «supone una nueva vuelta de tuerca para castigar las arcas públicas valencianas». «Es una irresponsabilidad y una deslealtad por parte del Ministerio y supone un auténtico chantaje», indicó. Calificó de «insensibilidad» la actitud del Gobierno de España ya que «todo esto se traducirá en un castigo añadido a los proveedores valencianos», anunciando así un retraso mayor en los pagos como consecuencia de la menor liquidez para afrontar el pago de facturas.