Ni una alusión a la situación judicial del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri. La primera asamblea del PSPV-PSOE de la ciudad de Alicante desde que estalló la crisis municipal evitó ayer cualquier alusión a la ruptura del tripartito, pasó por alto el «minigobierno» socialista en el Ayuntamiento alicantino -en el que Echávarri ha pasado a gobernar con tan solo seis concejales, incluido él mismo- y evitó hacer frente a la situación judicial del primer edil y secretario general de los socialistas alicantinos.

Echávarri, que llegó con algo más de quince minutos de retraso a la asamblea que ayer se celebró para elegir a los delegados al cogreso provincial que se celebrará en 17 de diciembre en la Universidad de Alicante, se sentó en primera fila junto a la diputada autonómica Sandra Martín, una de las principales colaboradoras del exsenador Ángel Franco, que ayer saludaba por doquier como hombre fuerte de una agrupación en la que sigue teniendo una importante influencia.

Una vez que el acalde se ha apartado de la lista de delegados que irá al cónclave de diciembre, su papel ayer fue neutro, sin intervenciones por su parte. Tampoco encontró alusiones en su contra, ni tuvo que escuchar cuestionamiento alguno de su gestión municipal ni de cómo su situación judicial puede afectar a la imagen del partido en la ciudad.

Las únicas críticas que se vertieron ayer, la mayoría de militantes integrados en el «sanchismo», fueron para la gestión del comité provincial, una gestión que no se aprobó por unanimidad y que contó con 42 abstenciones.

Respecto a la lista de delegados para el cónclave de diciembre se votó con una sola papeleta en contra. Este listado, liderado por Antonio Abundio de Lara, fue pactado horas antes de la asamblea entre las distintas familias socialistas, que han cuadrado quince delegados para los seguidores de Ángel Franco -en ese grupo está también el grupo que respaldó a Patxi López, con un delegado- y doce para los sectores críticos, en el que se integra el sanchismo alicantino. Este sector lanzó duras críticas contra la gestión del comité provincial.

Llamó la atención la inclusión en el listado de delegados del edil y diputado provincial Carlos Giménez, número dos de la agrupación local de Alicante y también investigado, junto a Echávarri, en la causa judicial que indaga el despido de la cuñada del portavoz del PP en el Ayuntamiento de Alicante, Luis Barcala. El nombre de Carlos Giménez, hombre del «influencer» del partido en la ciudad, Ángel Franco, no se incluía en el listado de delegados al congreso 24 horas antes de la celebración de la asamblea, según señalaron fuentes socialistas.

La elección de delegados al congreso provincial ha sido especialmente descafeinada, ya que se apostó por un pacto que no ha dado guerra y porque con un secretario general provincial ya elegido -el alclade de Xàbia, José Chulvi- ya no hay de dónde rascar. La elección de Chulvi y evitar las primarias ha permitido un congreso y un proceso menos complejo hacia el congreso.

La asamblea local también dio por incluidas todas las enmiendas presentadas por los militantes para que sean debatidas en el congreso. Entre las intervenciones críticas, afiliados ligados al «sanchismo» y la del secretario de Juventudes Socialistas, Pedro Ródenas, que cuestionó el silencio en la provincial tras la dimisión de su exsecretario general, David Cerdán.