El pleno de las Cortes Valencianes rechazó ayer las enmiendas a la totalidad a la ley de Medidas Fiscales, de Gestión Administrativa y Financiera, y de Organización de la Generalitat, más conocida como Ley de Acompañamiento, presentadas por el PP y Cs, en una votación en la que cobraron especial protagonismo los cuatro diputados no adscritos «ex» de Cs, cuyos votos fueron claves para no devolver el texto al Consell, ante la abstención de Podemos, que lanzó un significativo mensaje como socios parlamentarios del Consell.

Durante el debate del proyecto de ley se especuló con la posibilidad de que no continuara su tramitación parlamentaria ante el anuncio de Podemos de que se abstendría, muy crítico con la posición del PSPV sobre la tasa turística. Es la primera vez que Podemos se desmarca en una votación de calado de la línea del Consell, más llamativa cuando se está hablando de los presupuestos, la herramienta de base para poder aplicar las políticas de la Generalitat.

La negativa del PSPV a sentarse con Podemos a negociar la tasa turística que los morados querían implantar para 2018 ha llevado al grupo parlamentario liderado por Antonio Estañ -que es justo quien menos está participando públicamente en la defensa de la tasa- a dar su primer aviso a navegantes a un año y medio de los próximos comicios autonómicos.

El diputado de Podemos Antonio Montiel aseguró que han dado un mensaje claro y advirtió de que la soberbia es «malísima para gobernar en minoría». Reivindicó una «negociación sin vetos previos» sobre un impuesto del que se dijo que se hablaría. «No hay ningún problema para que esa tasa pueda aplicarse y el único es que parte del PSPV tiene un problema con Hosbec, tiene miedo de abordar reformas estructurales», señaló el exportavoz parlamentario de Podemos. «El Consell vive en su burbuja», sentenció.

El portavoz socialista, Manolo Mata, respondió a Montiel que si mala es la «soberbia de las minorías», tampoco vale «la soberbia intelectual del que cree que tiene razón en todo». Insistió en que el Consell ha presentado las leyes de presupuestos y de acompañamiento «más podemizadas» de todas y pidió a Podemos pensar si vale la pena por una tasa con la que se podrían recaudar 40 millones de euros «arruinar un presupuesto de 20.000 millones».

El conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, presentó el proyecto de ley, que «profundiza en el espíritu del Botànic», y destacó que por primera vez no se regula en ella ninguna tasa, siguiendo las recomendaciones del Consell Jurídic Consultiu (CJC), que son reguladas en una ley propia, creada ad hoc. Repasó algunas de las modificaciones legislativas que contempla, entre ellas la fiscalidad del juego, la reforma para poder convertir al IVF en banco público, la delegación de competencias para llevar a cabo el plan Edificant o la prestación farmacéutica en centros sociosanitarios.

La portavoz adjunta de Compromís, Mireia Mollà, tildó el movimiento de Podemos de «anécdota». y dijo que la cuestión «puntual» no puede determinar la responsabilidad con los valencianos.

La número dos del PP autonómico y diputada en las Cortes Eva Ortiz indicó por su parte que esta ley representa «la imposición, caos y sectarismo» y defendió que la enmienda de los populares lo es, en realidad, a un Consell «caótico, agotado y sectario». Desde Ciudadanos, Antonio Woodward coincidió con el PP al lamentar que hay 34 leyes que se modifican y «lo más triste» es que echan en falta «las 50 medidas fiscales anunciadas para combatir la despoblación y otras relativas a normativas turísticas».

Para Alexis Marí, exportavoz de Cs, su voto en contra de las enmiendas es «normal». «La sorpresa hubiera sido votar al revés», dijo, y negó haber negociado su voto con miembros del Consell.