Cuando Ximo Puig necesita reclutar a un dirigente de su partido para encabezar una misión especial en la provincia casi siempre acaba recurriendo a la figura de Julián López Milla (Almansa, 1971), profesor de Economía en la Universidad de Alicante y hasta ahora número uno socialista en el Congreso. Como adelantó este periódico hace unas semanas, el Consell acabó nombrando el pasado viernes a López Milla como director general de Análisis, Políticas Públicas y Coordinación de Presidencia de la Generalitat. Es el retorno a València de este especialista económico, al que se le atribuye discurso y analítica, muy cercano a Arcadi España -jefe de gabinete del presidente Puig-y un experto en los entresijos de la financiación autonómica, una de las cuestiones pendientes para la recta final de esta legislatura. «El presidente me ha pedido que me incorpore a su equipo para encargarme de un área que se va a reorientar para darle más peso al análisis socioeconómico y la evaluación de alternativas para las políticas públicas, donde entendemos que aún hay mucho por hacer. Pretendemos convertirnos en un pequeño laboratorio de ideas al servicio de todo el Consell», explica López Milla.

A partir de ahora será el militante de la agrupación socialista de la capital -una de las más convulsas de todo el PSPV aunque López Milla nunca ha entrado en esas luchas internas- con un cargo más importante en la Generalitat. Y el único alicantino que tendrá despacho en el núcleo duro más próximo al jefe del Consell. «Voy a tratar de aportar también una mirada alicantina al día a día de Presidencia, que creo que también puede ser muy útil», reconoce a sabiendas de que la provincia es una circunscripción clave para los intereses del PSPV y la que facilitó la llegada de Puig al Palau de la Generalitat. Chico para todo, su vuelta a la política valenciana será el cuarto destino diferente como cargo público en sólo dos años y medio.

Fichado por Jorge Alarte en 2011 para su candidatura autonómica, cuatro años más tarde, después de curtirse en la labor de oposición, Ximo Puig le ascendió a número uno en las Cortes por Alicante. Posteriormente, se incorporó a la conselleria de Hacienda con Vicent Soler en calidad de secretario autonómico dedicado a la financiación autonómica. «Fueron unos pocos meses pero cargados de emoción y responsabilidad», recuerda. Después dejó la Generalitat para liderar por dos veces la candidatura provincial del PSPV al Congreso. Incluso, estuvo a punto de dar el salto al Gobierno. Cuando Pedro Sánchez se sometió a la investidura, Puig acordó con el líder socialista que, de alcanzar La Moncloa, situaría a López Milla como alto cargo para la reforma de la financiación autonómica. No fue posible y durante este tiempo se ha ocupado de dar la réplica a Montoro como portavoz de Hacienda del PSOE. «Ahora, en la recta final de la legislatura, el presidente ha considerado que hacía más falta aquí. Y por eso vuelvo. La negociación para la reforma de la financiación autonómica acaba de comenzar y siendo una tarea tan importante para nuestra Comunidad, todos los esfuerzos que podamos hacer van a ser pocos», concluye Julián López Milla, que mañana presentará la renuncia a su escaño en Madrid.

El «rojo» favorito de Margallo y con más experiencia

El «rojo» favorito de Margallo y con más experienciaDurante las dos últimas campañas para las elecciones generales, Julián López Milla trabó una excelente relación con José Manuel García Margallo, número uno del PP por Alicante. El exministro, hombre de excelente trato en la distancia cortas, le definía como «mi rojo favorito». López Milla admite que, en ocasiones, pasar por tantos cargos le ha «desubicado» pero cree, sin embargo, que ha ganado en «experiencia y aprendizaje» como «algo que se debe valorar»