La presidenta del Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV), Isabel Bonig, defendió ayer que su partido es «el único que ha defendido la libertad de los padres en materia educativa» y aseguró que «en solitario ha ayudado a la sociedad civil a parar el chantaje lingüístico de PSPV y Compromís», en referencia al decreto de plurilingüismo. «Ximo Puig y Mónica Oltra quieren utilizar el caramelo del inglés para una imposición que elimina cualquier libertad de los padres», manifestó ayer Bonig antes de una conferencia organizada por el PPCV con la asistencia del vicesecretario de Política Social del PP, Javier Maroto.

Tras recordar el decreto de plurilingüismo del Consell «derogado por el Tribunal Supremo», la popular invitó a que «si otros partidos como Ciudadanos quieren sumarse, serán bienvenidos».

Ahora bien, insistió en que «el único partido que ha ayudado a la sociedad civil valenciana para parar el chantaje lingüístico en los tribunales ha sido el PP, que ha pagado sus abogados y firmó los recursos del decreto ante los tribunales». Por ello, Bonig resaltó que los populares han aprovechado la presencia de representantes nacionales como Maroto para «dar a conocer a toda España lo que se está produciendo en la Comunidad», pues considera que «la crisis soberanista de Cataluña está solapando los verdaderos problemas que están sucediendo en otras comunidades». En esta línea, la presidenta del PPCV denunció que «el Consell está utilizando la misma hoja de ruta que emprendió el nacionalismo catalán hace diez años», que, según ella, «consiste en utilizar las escuelas como un centro de adoctrinamiento». Bonig añadió que «así lo indica el informe del Sindic de Greuges, las reclamaciones en materia educativa han pasado de 3.000 a casi 6.000». A su juicio «seguimos con el proceso de inmersión lingüistica y de imposición y chantaje», por lo que defendió que el PPCV consiguió parar este decreto en los tribunales, mientras «otros solo hacen vídeos y declaraciones». Aun así, aseveró que la derogación del decreto es «solo una primera victoria» y que quedan «muchas batallas» hasta conseguir un sistema de libertad absoluta.