? Los presupuestos de la Generalitat para 2018, además de ser uno de los más expansivos de la historia con un crecimiento que supera el 12%, marcan un antes y un después en el tratamiento de la deuda. Por primera vez, el dinero que se destina al pago de intereses y a la amortización se acerca a los 4.650 millones y se ha convertido en la segunda conselleria, sólo superada por Sanidad. El Consel considera imprescindible que Madrid abone la deuda histórica en la negociación del nuevo sistema de financiación.