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«No cumpliremos con el déficit sin cerrar escuelas o aumentar las listas de espera»

Los «guardianes de la caja de la Generalitat», Vicent Soler y la secretaria autonómica, Clara Ferrando, creen que el tercer presupuesto de su mandato «no reduce servicios a pesar de ser la Comunidad peor financiada»

«No cumpliremos con el déficit sin cerrar escuelas o aumentar las listas de espera»

Donde había una gran pintura religiosa barroca de Conchillos, hoy está la recreación de Boix del héroe maulet de la Guerra de Sucesión Joan Baptista Basset. Toda una declaración de principios de un conseller «valencianista» que conoció antes el PSPV que el PSOE. El despacho, en el posiblemente palacio más bello del Consell, no desmerece en tamaño (incluso supera) al del president. Un signo de poder de los dueños de la caja autonómica, Vicent Soler (PSPV) y Clara Ferrando (Compromís).

Conforman «el paradigma del buen mestizaje», eso dicen, y esta semana han pasado su tercer examen de presupuestos, unas cuentas autonómicas que no consideran que hayan sido las más difíciles de la legislatura. Para Vicent Soler, son los presupuestos «más maduros, porque tenemos ganas de acabar la legislatura con una obra muy avanzada». Y para Clara Ferrando, «al menos los más ambiciosos. Se acaba la legislatura y este Consell tiene mucha voluntad de hacer política».

Ambos reconocen que no han discutido entre ellos «más que en otros años», como tampoco se han decantado cada uno hacia los departamentos del PSPV o de Compromís. «Una pieza fundamental para la cohesión gubernamental no es solo la química entre presidente y vicepresidenta, sino el papel de esta conselleria, que es para todos sin distinción de partidos», asegura Soler. Para Ferrando, han superado el «reto con nota por las demandas de Podemos», un partido que aún no ha dado su apoyo a las cuentas, pero con el que Soler está «convencido de que llegaremos a buen puerto porque hemos avanzado mucho antes de ir a Corts».

Diferencias con Podemos

La secretaria autonómica piensa que Podemos debería «estar contento de la negociación y de lo conseguido. No se ha podido cubrir el 100 % porque tampoco ha sucedido así con las consellerías. El pastel es más pequeño del que necesitaríamos».

El conseller considera que no se han salido del acuerdo gubernamental del Botànic II. «Las diferencias con Podemos han sido más bien de intensidad económica porque nosotros conocemos las restricciones financieras: al final el ministerio impone sus límites. Somos la comunidad peor financiada y luchamos para que los valencianos no tengan unos servicios fundamentales por debajo de los de otros. Es una manera de hacer que el artículo 156 se aplique. Hay una situación de inconstitucionalidad del Gobierno de Rajoy por no aplicarlo y no hacer que esta comunidad tenga autonomía financiera», dice Soler, que se manifiesta en la misma línea que Ferrando: «Solo pedimos el cumplimiento de la ley. Con el 156, 157 y 158 los conflictos territoriales que existen tal vez no hubieran sido de la misma manera».

Los Presupuesto 2018 conllevan el incremento del gasto y el incumplimiento del techo de déficit. Pero no temen que Rajoy y Montoro pongan alguna zancadilla a las cuentas. «Si leen la Constitución tienen poca autoridad política y moral para hacerlo, porque no se cumple el 156. Si gastamos menos que la media y no tenemos la autonomía financiera que mandata la Constitución, tenemos fuerza política y moral». Para Ferrando, «decidimos mantener los 1.325 millones, que nunca han sido ficticios, como fruto de limpiar los 1.800 millones que sí existían. Esos 1.325 millones son la reivindicación de que queremos dejar de ser ciudadanos de segunda, tener un gasto que nos sitúe al menos en la media».

En este sentido, Vicent Soler considera «una pena» que el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, diga que las cuentas son «insostenibles y generan inestabilidad». «Él sabe cómo dejo el patio y que es su gobierno el responsable de la situación financiera. Por eso -pregunta Soler- queremos saber ¿de qué parte está? ¿De los valencianos o del Gobierno de Rajoy que nos maltrata?»

Para el conseller, «no es lealtad constitucional» que el ministerio decida «aumentar el sueldo de los funcionarios que paganos nosotros». En cambio, Soler rechaza que les acusen de deslealtad por incumplir el techo de déficit. «No cumplimos porque no podemos. Claro que queremos, pero no podemos a no ser que cerremos escuelas o aumentemos listas de espera. Es el típico planteamiento centralista inasumible desde una cultura constitucional. Nosotros somos leales a los valencianos», insiste Soler.

Lastre financiero

Ferrando cree que lo «más impactante de este presupuesto es que uno de cada cuatro euros, en lugar de ser gastado en las personas, va a pagar principalmente intereses». «El lastre financiero de la corrupción -insiste Soler-, se viste de muchas maneras: pufos, sobrecostes... Las empresas públicas eran una cueva de ladrones donde todo estaba permitido».

Desde una perspectiva económica, Vicent Soler piensa que la situación de Cataluña no beneficia económicamente a la Comunidad Valenciana. «Cualquier trauma institucional afecta negativamente a la economía. Si pasa con el socio comercial más importante que tenemos, el tema es especialmente grave. Me gustaría que Cataluña no se fuese, por nuestras necesidades comerciales y porque ha sido históricamente la punta de lanza en el respeto a la España diversa. Cualquier salida nos dejaría a los demás en una situación más difícil para luchar contra la inercia recentralizadora», señala el conseller socialista.

Respecto a otro tema que ha marcado la negociación de los presupuestos como es la tasa turística, Soler dice que «quien demonice la tasa se equivoca. Está en media Europa, aunque no es el principal problema del sector valenciano. Hay otros gravísimos como la economía sumergida. Tenemos que hacer mucha pedagogía en el sector». En la misma línea se explica Ferrando, quien insiste que « tenemos derecho a la figura de los impuestos, que supondrían unos ingresos dignos. Nunca nos pondremos en contra de un sector tan importante, pero con más ingresos podríamos tener más inspectores para luchar contra el fraude, que redundaría en beneficio de las empresas».

Por último, ante la falta de consenso con el que se presenta el acto de denuncia de la infrafinanciación, convocado el 18 de este mes, Soler reconoce que hay una «unidad cívica importante, falta la política. Confío aún en que los partidos que dicen que no van, vayan. Sería magnífico para ellos y para sus intereses electorales. Los valencianos no lo entenderán, porque no vamos contra nadie». «Es una responsabilidad histórica. No venir sería una irresponsabilidad total», concluye Ferrando.

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