Unas 2.000 personas se manifestaron ayer ante la sede del PP en Barcelona, y otras tantas ante la Jefatura de la Policía Nacional de la ciudad, según cifró la Guardia Urbana. Además, la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, denunció «un episodio de acoso e intimidación» frente a su sede barcelonesa, donde una serie de personas profirieron «insultos» a los trabajadores y dirigentes del partido.

La sede del PP tuvo que ser blindada por un perímetro de vallas y furgones de los Mossos d'Esquadra, en una protesta en la que tuvieron un protagonismo especial un grupo numeroso de bomberos de Barcelona uniformados. La protesta obligó a cortar algunas de las calles adyacentes ante la aglomeración de personas.

En el interior de la sede del PPC, en la calle Urgell, se encontraban desde primera hora de la mañana diversos dirigentes del partido, como Xavier García Albiol, Santi Rodríguez, Josep Llobet y Dani Serrano, que tenían previstas reuniones internas.

Con respecto a ciudadanos, Arrimadas indicó que el incidente se produjo sobre las 10.30 horas y obligó a que tuvieran que salir protegidos por los Mossos d'Esquadra el vicepresidente segundo del Parlament, José María Espejo Saavedra; el portavoz del grupo, Carlos Carrizosa, y el dirigente Fernando de Páramo. Arrimadas no cuantificó el número de personas que se concentró frente a la sede pero apuntó que era un grupo que bajaba por la calle Balmes y que se paró frente al edificio para «proferir» insultos. También valoró que en ese momento vecinos de la zona hayan reprobado las descalificaciones y hayan «defendido» a los trabajadores y cargos de Ciudadanos.