La tasa turística que Compromís y Podemos quieren implantar en la Comunidad Valenciana no se utilizará como moneda de cambio para condicionar la aprobación de los presupuestos autonómicos del año que viene que tendrán que estar cerrados este otoño. La formación morada, que sustenta al bipartito de Ximo Puig y Mónica Oltra a través del apoyo parlamentario, no presionará al Consell con este punto exclusivamente en las cuentas de 2018, sino que la exigencia formará parte del paquete de medidas para que se cumplan los acuerdos del Pacto del Botànic con las que Podemos quiere apretar al ejecutivo valenciano y que, incluso, se podrían abordar a través de otras normas como la ley de tasas.

Las Cortes instaron el jueves al Consell a impulsar una tasa que grave la pernoctación turística -al igual que ocurre en otras comunidades como Cataluña o Baleares o en numerosos países europeos- después de que la medida, propuesta de resolución de Podemos que se lanzó en el Debate de Política General, saliera adelante con los votos del grupo morado, Compromís y de cinco de los seis diputados no adscritos.

Sin embargo, el apoyo a las cuentas no se puede jugar solo a una carta, según señaló ayer el portavoz de Turismo de Podemos, el diputado David Torres, quien se encargó de hacer la defensa de la tasa turística en el hemiciclo valenciano. Para Torres, esta exigencia ya ha quedado clara en forma de mandato en las Cortes. La formación morada estará vigilante sobre ella, incluso al margen de los presupuestos, ya que el partido quiere que el gravamen se tramite en la Ley de Tasas de la Generalitat en paralelo a las cuentas de 2018 para que pueda empezar a aplicarse el año que viene.

Torres explicó que el objetivo de la tasa es finalista, siempre pensada para que repercuta en políticas autonómicas que reviertan en el sector en toda su extensión, bien en infraestructuras, ayudas sectoriales, mayor concienciación de la relación laboral o medidas ambientales. La tasa se establecería por horquillas, y no sería igual la que se pagaría, por ejemplo, en un hotel de cinco estrellas que en un cámping o en un hostal.

Para Podemos el planteamiento del PSPV -que a priori rechaza la tasa y que se abstuvo en la votación del jueves- de regular este gravamen, pero dejando su aplicación a la discreción de los ayuntamientos, no es una buena idea y tendría como consecuencia el «dumping» fiscal. «Sería una relación injusta», explicó Torres. «Nosotros hablamos de una tasa municipal regulada autonómicamente que revierta en políticas autonómicas para la mejora del sector», indicó. El portavoz de Turismo de Podemos en las Cortes Valencianas ya se ha puesto en contacto con Hosbec para buscar una fecha de reunión y trasladar a la patronal del sector hotelero de la Costa Blanca su propuesta de tasa turística, ya que entienden que cuando es bien explicada se logra que se vea con buenos ojos. Esa fecha podría concretarse el próximo día 22 aprovechando la rueda de prensa que Podemos ofrecerá en Benidorm sobre la normativa de las Haciendas Locales.

Los dos máximos cargos de Hacienda, el conseller Vicent Soler y su número dos, la secretaria autonómica Clara Ferrando, coincidieron ayer en destacar que la aplicación de este tributo necesita el consenso y el acuerdo del sector.

Soler apostó por crear una fórmula «a la valenciana» para ponerla en marcha y que vaya siempre de la mano del sector turístico. Recordó que está generalizada en muchos países de Europa, pero sin embargo, el conseller prefiere no repetir la fórmula y encontrar una alternativa en la Comunidad mucho más acorde con los modelos de turismo presentes. «Es un gran reto conseguir que el propio sector turístico vea en clave positiva la implantación de esta tasa, ya que, de no ser así, será muy difícil que funcione». Y aunque reconoció que no sabe cómo se convencerá a los hosteleros de la Costa Blanca, que se han mostrado contrarios a ella, habló de ser «didáctico» y de «trabajar» por un acuerdo. «No daremos pasos sustantivos en esa línea si no es con el apoyo del sector», dijo.

Para la secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando -quien prefiere hablar de impuesto, no de tasa- hay que impulsar su implantación por ser un mandato de las Cortes, aunque insistió en que tiene que aplicarse desde el consenso. Habrá que sentarse, dialogar y explicar. «El objetivo es que los empresarios se sientan cómodos con ese impuesto, que sean ellos mismos los que lo pidan porque tiene supone mejoras en el sector», señaló. Ferrando, de Compromís, aseguró que la aplicación de la tasa también afectará a los apartamentos turísticos, una de las exigencias que reclamaba la patronal.