La Ley de Acompañamiento de 2018 hace realidad el banco público de la Generalitat, al incluir la modificación del régimen jurídico del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) que permitirá que empiece ya a caminar esta nueva entidad, consagrando así uno de los compromisos recogidos en el Pacte del Botànic. El nuevo banco contará con plena autonomía de gestión, con el propósito de impulsar la inversión en los sectores económicos de interés para el Consell y con una mirada social que permita bancarizar sectores que adolecen de infradotación de servicios financieros fundamentales, como la atención a discapacitados, la cultura o la formación, según ha informado la Generalitat en un comunicado.

El IVF estaba compuesto por dos áreas claramente diferenciadas: el área de carácter público (política financiera de la Generalitat) y el área privada (actividad crediticia e inversiones). La Ley de Acompañamiento establece ahora que el área relativa a la actividad crediticia e inversiones, entendida ésta como apoyo a los sectores productivos de la Comunidad Valenciana, se configurará como el nuevo banco público de la Generalitat; mientras que las funciones y competencias en materia de política financiera y tesoro, certificación y firma electrónica pasan a integrarse en la Generalitat Valenciana.

La nueva etapa del IVF se caracteriza por un cambio radical en las formas de gestión, destacando la apertura de líneas de contenido social y cultural, con una especial atención a las microempresas y los autónomos. Destaca, entre ellas, la línea de préstamos a centros de atención a personas con diversidad funcional y la línea de préstamos a empresas que imparten cursos para desempleados en el marco de las ayudas el SERVEF. En colaboración con la SGR de la Comunidad Valenciana, el IVF también ha abierto recientemente una línea de financiación adaptada a las necesidades del sector cultural valenciano, al calor de la reapertura de la televisión pública valenciana.