El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aprovechó el Debate de Política General, foro que arranca el curso político en la Comunidad y que se inició este miércoles en las Cortes Valencianas como punto de partida de la segunda mitad del mandato, para dar carta de naturaleza a un proyecto que llevaba meses madurando. La creación de un gran centro de economía digital e inteligencia artificial que se instalará en la Ciudad de la Luz, una vez que se ha llegado a un acuerdo con la Unión Europea -"hemos normalizado las relaciones", aseguró- que permite utilizar parte de las instalaciones para generar actividad que no esté ligada al cine. Un proyecto que, durante la sesión, bautizó como "Distrito Digital" y que, adelantó el jefe del Consell, estará dedicado a proyectos educativos, de comercio y de turismo, un sector económico que el presidente garantizó que tendrá todo el apoyo del Consell como motor de la actividad en la Comunidad.

Ese fue el principal anuncio que realizó Puig vinculado a la provincia de Alicante durante una sesión en la que dedicó gran parte de su discurso -que se acercó a las dos horas y que, salvo alguna cita concreta referida a la Vega Baja, artículo casi íntegramente en castellano- a sacar pecho de la política social del gobierno que comparten los socialistas y Compromís y que, de acuerdo a los datos que ofreció, ha mejorado por encima de los datos del resto de España. Así y todo, el presidente aseguró que quiere huir del "triunfalismo". Y por ello, en clave social, se comprometió a un incremento de los recursos para acabar con el atasco en la concesión de ayudas a la Dependencia, con seis nuevos equipos -dos de ellos en Alicante- y elevando el número de valoradores de 18 a 450.

Además garantizó que los presupuestos autonómicos de 2018, que deben presentarse en las Cortes por parte del conseller de Hacienda, Vicent Soler, antes de final de mes, incluirán un notable incremento del gasto social y que se duplicará la inversión en el plan Avalem Joves para facilitar la inserción laboral de 8.000 jóvenes de la Comunidad. Una política de empleo de la que se mostró especialmente orgulloso al asegurar que, en estos momentos, el paro se encuentra en los niveles más bajos de los últimos ocho años. Una estrategia económica que se complementará con la puesta en marcha el 1 de enero de 2018 del Banc Públic Valencià para financiar a los emprendedores.

Apertura inmediata de quirófanos en Elche y Sant Joan

La Sanidad, una de las principales competencias de la Generalitat, también ocupó buena parte de la intervención del jefe del Consell que insistió en la obligación de volcarse para acabar con las listas de espera con medidas entre las que citó la apertura inmediata de quirófanos en Elche y Sant Joan. Pero además, igualmente, anunció inversiones inmediatas como la reforma del centro de especialidades de la Calle Gerona en Alicante, ahora masificado, obsoleto y que lleva años esperando su mejora. Además, como continuación al deseo que mostró durante el debate de hace un año, el presidente reveló que, de inmediato, se recuperará la concesión privada del Hospital de Alzira e iniciará de forma inmediata el rescate de la gestión en la comarca de la Marina Alta.

200 nuevos colegios

En materia educativa, el jefe del Consell lanzó uno de los compromisos de más calado de su discurso. El cierre de Ciegsa como consecuencia de la corrupción y la mala gestión de la etapa del PP obligó a la conselleria que dirige Vicent Marzà a asumir directamente los nuevos proyectos de obras para reformar y construir colegios. Ese movimiento forzado colapsó los trámites por falta de medios, una situación con la que ahora el Consell del Botànic quiere acabar. ¿Cómo? Colaborando con los municipios. Los aparatos de cada administración local podrán iniciar los trámites para mejora o modernización, nuevas instalaciones o acabar con los barracones. Las certificaciones de obras las abonará directamente la Generalitat -de los presupuestos locales sólo saldrán los extras que se quieran incluir en las obra- con una inversión de 700 millones, con los que se prevén construir 200 centros nuevos y reformar medio millar antes de dos años.

Respaldo a Marzà

No hay marcha atrás con el plurilingüismo, uno de los puntos más polémicos de la gestión del Pacte del Botànic. El jefe del Consell defendió que los alumnos de las escuelas de la Comunidad deben salir del colegio manejando, como mínimo, el castellano y el valenciano como las dos lenguas oficiales además del inglés como idioma de referencia. Ximo Puig reclamó, en alusión a la guerra judicial del PP con este asunto, una "rectificación". "No quiero pensar que haya partidos políticos o grupos de interés que estén en contra de que los niños sepan castellano, valenciano e inglés", subrayó Puig en un respaldo explícito al conseller Marzà y en un ataque, se quejó, de los que sólo buscan un interés "partidista" en este asunto. En materia cultural anunció que agilizará la instalación de una sede del Institut Valencià d'Art Modern en Alcoy.

Conflicto territorial

Puig aseguró que, durante estos dos años de mandato, la Generalitat ha vuelto a sacar cabeza en el debate de España y también con Europa -"ningún valenciano va a tener que bajar la cara por sus instituciones", aseveró- pero, sin embargo, mostró su preocupación por el conflicto territorial que ha estallado con el desafío soberanista catalán que, no obstante, consideró que traspasa lo que está ocurriendo en una autonomía clave en todos los sentidos para la Comunidad. "El conflicto territorial en España va más allá de Cataluña", lanzó. ¿Qué respuestas ofreció el presidente Puig? "Hay una arquitectura institucional que necesita cambios. Falta una estructura racional de cooperación federal y respeto. Tenemos una necesidad inaplazable del diálogo. Nunca se resolverá nada con los que que se saltan la ley pero tampoco con los que atrincherados detrás de la ley abandonen el diálogo. Profundizar en las diferencias por el interés partidista es un inmenso error. Es necesaria una reforma en profundidad al margen de la ruptura. Hay que reconectar a la gente con un proyecto común", explicó el jefe del Consell.

Mejora de las inversiones

Por eso, dentro del tono firme de los últimos meses, volvió a exigir al Gobierno de Madrid un trato justo con la reforma inmediata de la financiación autonómica -"es inaplazable", explicó- y una mejora de las inversiones para 2018 además de gestos que escenifiquen un "cambio de talante" de la relación entre La Moncloa y el Palau de la Generalitat. "Los valencianos no lloramos. Exigimos", aseveró a la vez que pidió "unidad" en la sociedad valenciana para modificar un escenario que mantiene a la Comunidad a la cola en el reparto de los fondos, algo a lo que el PP y Ciudadanos se niegan. En opinión de Puig, la prueba del algodón serán las partidas que se destinen a la Comunidad en las cuentas para el año que viene, documento que debe presentarse en las próximas semanas. De forma concreta, el jefe del Consell reclamó los fondos para culminar el Corredor Mediterráneoo la conexión ferroviaria con el aeropuerto de El Altet, además de abogar por una reducción de la deuda bancaria que ha generado la infrafinanciación. Entre los gestos que pidió a Madrid: una reducción de las tarifas del agua desalada para favorecer a los regantes.

"Este es el plan", concluyó Puig.