¿Tiene ya preparado el debate de Política General?

Estamos en ello. Casi listo.

¿Qué mensaje quiere transmitir desde el PP?

Que después de dos años de gobiernos del cambio ya está todo hecho y no ha cambiado sustancialmente la vida de los valencianos. El segundo mensaje que quiero lanzar es el de esperanza, que en el PP tenemos un proyecto para que los ciudadanos puedan comparar lo que va a ofrecer el Gobierno valenciano y lo que vamos a ofrecer nosotros.

¿Va a empezar el PP este año preelectoral una campaña de desprestigio de los pactos de izquierdas que tantos gobiernos han arrebatado al PP, incluyendo en el la Generalitat?

No me gusta el desprestigio. Lo que me gusta es dar datos y como demócrata respeto mucho el derecho de mi adversario político a ser escuchado, un derecho que muchas veces nos niegan al PP. Se trata de ver qué prometían y lo que han hecho. Hay mucho votante indeciso que está esperando no solamente la crítica, sino qué le puedes ofrecer sin demagogia.

¿Cuál es su principal adversario político, PSPV o Compromís?

Siempre dije que era Compromís, pero son los dos. Porque algo tengo muy claro: que el PSPV, Compromís y Podemos se van a unir siempre para que el PP no esté en las instituciones, así que esa es la elección que los ciudadanos tendrán que hacer. Es un PSOE que le debe su puesto de presidente de la Generalitat al nacionalismo radical y sectario de Compromís. Hay que atacar y desenmascarar a esos gobiernos del cambio de izquierdas, pero a los dos. Y a Podemos, no nos olvidemos, que sustenta al gobierno del «Titánic». Cs es el partido con el que podemos establecer coaliciones, así que nuestros adversarios son esos bloques.

Los bloques de pactos.

Absolutamente, esos pactos que tantas cosas prometieron y que no han hecho absolutamente nada.

¿Ese el mensaje con el que va a atacar?

Principalmente la gestión, porque ellos atacaron mucho la del PP. Dijeron que tenían otra forma de gobernar y en dos años hemos visto cómo han agotado el número máximo de asesores, especialmente la señora Mónica Oltra con doce asesores; cómo el dinero que llega del Estado por el aumento de la recaudación y de la mejora de la situación económica se destina exclusivamente a crear más organismos, más agencias y a una nueva televisión pública mientras los niños siguen en barracones y aumentan en cien días las listas de espera para las operaciones quirúrgicas. En vez de fijarse en mantener a las personas se están fijando en mantenerse en el poder. Echar la culpa de todo al PP está bien, pero a estas alturas uno ya espera de sus gobernantes que lloren menos y trabajen más, que prometan menos y cumplan más.

¿Qué le parece que el conseller Vicent Marzá haya recurrido a un decreto «ligh» como solución al freno que ha puesto el TSJ al plurilingüismo?

Todo el tema educativo me parece esperpéntico. Compromís adolece de algo de lo que pecó el PP, que es de soberbia. Y quizás fuera verdad, pero al menos nosotros llevábamos veinte años. Después del varapalo judicial, no del PP, del judicial -porque le recuerdo que hay en total once recursos interpuestos-, después de la imposición de Marzà, la falta de diálogo, de no haber contado con la comunidad educativa ni con la inspección, ni con los padres ni profesores ni sindicatos, después de todo esto los tribunales han sido la última y la única solución que le ha quedado al PP y a la sociedad civil. Que a una semana del inicio del curso en lugar de asumir la sentencia del TSJ haya utilizado esta argucia legal para burlarse de la comunidad educativa y de los padres me parece una vergüenza. Salvando las distancias, esto empieza a parecerse al proceso catalán, engañando a todo el mundo, vulnerando los procedimientos y riéndose del TSJ.

Volveremos luego a Cataluña. ¿Van a pedir al Gobierno central que lleve el decreto del plurilingüismo a los tribunales por inconstitucional?

Lo estamos estudiando. Vemos visos de que sí y si es así se llevará. Pero más allá de los tribunales reitero que le he pedido un pacto a Puig que respete la libertad de los padres a la hora de elegir y que el valenciano no sea un instrumento de confrontación sino de unión. El PP está a favor del valenciano y le propuse un plan para las zonas castellano hablantes donde el valenciano genere unión, porque apenas un dos por ciento pide la exención del valenciano.

¿Son en realidad partidarios de aplicar la cooficialidad de las dos lenguas?

Es que lo establece nuestro estatuto. Nunca lo hemos puesto en duda. Decir lo contrario es mentir.

¿Y qué plantean para normalizar el valenciano?

Tenemos el decreto de 2012 que nunca se evaluó ni se recurrió y Compromís lo ha borrado del mapa. Pretendemos que se enseñe valenciano, castellano e inglés sin chantajes, y que en zonas castellano hablantes la gente quiera la lengua. Ya he dado datos. Pero que no sea una imposición.

¿Qué le parece el papel de la Diputación en la lucha contra el plurilingüismo de Marzà?

Fundamental. Por eso me extraña que Oltra cuestione tanto el papel de la Diputación para defender los derechos de los padres que se consideran vulnerados. La señora Oltra debería estar más preocupada en ver por qué Marzà no se reúne con los padres, con la inspección, con los profesores y no consensúa los cambios educativos. Otra cosa es que a Compromís no le gusten las diputaciones. Siempre necesitan un enemigo.

Usted misma dijo este verano que había intentado negociar con otras comunidades lideradas por el PP la reforma de la financiación autonómica. ¿Por qué hizo esto por su cuenta?

No lo hice por mi cuenta, me lo pidió el presidente Puig. Él me dijo que si podía ayudarle en comunidades gobernadas por el PP con alto déficit de financiación, como Madrid o Murcia. Desde la lealtad institucional hice lo que me pidió mi presidente. El PP va a apoyar a Puig porque hace falta una reforma del modelo de financiación. Simplemente les dije a esas comunidades que detrás de lo que diga Puig en esta materia el PP le apoya. Y de hecho, la persona que designó el gobierno valenciano en la comisión de expertos para la financiación, Francisco Pérez, nos ofrece total credibilidad y profesionalidad. Lo hice con total conocimiento de Puig. Soy leal y obediente.

¿Por qué el PP no irá a la manifestación por la infrafinanciación?

En este contexto no se necesitan pancartas. Se necesitan acuerdos y votos. Si Rajoy tuviera hoy 50.000 millones en un cajón y dijera de cambiar el modelo de financiación ya, no podría. ¿Qué modelo, qué criterio? Ahora Pedro Sánchez quiere incluir el criterio de desempleo en las comunidades, que no está previsto en el modelo de Puig. Hay que pactarlo, porque no solo está la Comunidad Valenciana, es que somos 17. Rajoy no aprobará un cambio de modelo con comunidades en contra. Y Cataluña también se tiene que sentar. Luego hay que reformar la LOFCA y en el Congreso aprobarla por mayoría orgánica. Necesitamos al PSOE. Así que es momento de negociación, no de pancartas. Oltra dice respecto a Cataluña que hay que dialogar. ¿Por qué no lo aplican aquí?

¿Pero por qué no presionar para evitar tanto retraso después de que Rajoy haya dicho que se demora un año más?

Es que no hay retraso. Mientras que no se apruebe esa modificación no se puede aplicar. Y Rajoy quiere. Pero hay que llegar a un acuerdo que además pueda tener efectos retroactivos.

¿Cree que la reunión de Puig y Rajoy ha sido beneficiosa para la Comunidad?

Las reuniones siempre son positivas. Y es el presidente de la Comunidad, así que estas citas son buenas. Y Rajoy sabe que puig cuenta con el respaldo del partido mayoritario de la Comunidad Valenciana en este asunto.

¿Qué respuesta debe dar el Gobierno central al desafío soberanista catalán?

La que está dando: la aplicación del Estado de Derecho y el cumplimiento de la Constitución. Una respuesta firme, pero serena. La responsabilidad de un gobierno es aplicar la ley. Esto es un mensaje a los catalanes y a los españoles de que esta nación no la rompen unas personas que han dado un espectáculo bochornoso para los que creemos en la democracia. Es un golpe de Estado. Es increíble la vulneración de derechos. Que Cataluña, que ha sido siempre un ejemplo de cultura, de modernidad, de prosperidad, de vanguardia y de emprendimiento esté en manos de quien está entristece bastante.

¿Saca rédito político de esas comparaciones del gobierno valenciano con Cataluña a las que tanto recurre últimamente?

No es rédito político. Quiero que aprendamos de todo el proceso catalán para que no se aplique en la Comunidad Valenciana, porque aquí Compromís quiere aplicarlo con el silencio cómplice de Puig. Hago ese paralelismo porque la hoja de ruta está clara. Compromís le llama la vía valenciana. En Cataluña empezaron con financiación, con el Madrid nos roba. Luego con la educación, que es el arma más poderosa del nacionalismo para el adoctrinamiento, y luego con los medios de comunicación para difundir. Y mire aquí. La financiación, la educación, la estructura de agencias con 380 millones y la inversión de 55 millones para una televisión mientras los niños siguen estudiando en barracones o mientras no se acaba el túnel de la Serra Grossa.Quiero que las encuestas del CIS sigan diciendo que más del 73% de los valencianos se sienten valencianos y españoles.

¿Cómo es posible que haga tantas críticas a la reapertura de la radiotelevisión un partido que la explotó y sobreexplotó durante sus años de gobierno?

Somos conscientes de ese cierre. Se tomó la decisión y nos pasó factura. Precisamente para que no se vuelvan a cometer esos errores no compartimos ese modelo de televisión que han diseñado y que tiene los mismos errores que cometió el PP. Y respecto a la sobreexplotación, me gustaría que viese cómo se está produciendo la selección de todo el personal, no solamente de la directora, Empar Marco, que además viene de TV3. En fin, demasiadas casualidades. Y bueno, parece que si eres amigo de la directora tienes más puntos. Luego la impugnación que se está produciendo de las bolsas de trabajo. Está siendo demasiado descarado todo el proceso y además se crea una superestructura que necesita mucho dinero. Y no se puede reclamar a Madrid más dinero para pagar la dependencia y para que los niños no estudien en barracones, que pr cierto en la provincia de Alicante son 3.000, y que luego destines 55 millones a una televisión. Primero las personas.

¿Qué le exige a los presupuestos autonómicos de 2018?

Alguna obra. Solo eso, porque no hay ninguna salvo la línea 9 del TRAM que ya me la dejé yo programada hasta 2020. A pesar de que han tenido 2.000 millones más que el último presupuesto del PP cuando estuvo en la Generalitat. ¿Por qué no se pone en marcha el túnel de la Serra Grossa? Sé lo que costó poner en marcha en TRAM en un momento en el que no había dinero ni para pagar las nóminas.

Usted firmó con el resto de grupos de las Cortes una declaración institucional crítica con los presupuestos del Estado para 2017. ¿Le pedirá a su presidente más inversiones en las cuentas de 2018?

Es que se lo pedí. Y firmé la declaración. El PSPV nunca firmó una declaración semejante cuando Zapatero castigó a la Comunidad Valenciana con un montón de obras como la variante de Benissa, los accesos al aeropuerto que se licitaron este agosto o el tren de la Costa. Nosotros reclamamos estas cosas y le pedí al presidente inversiones y presencia en la Comunidad Valenciana para que el gobierno victimista de Puig y Oltra no diluya toda la inversión que está haciendo el Estado. ¿Que hay que hacer más? Sí. Y el presidente ha recogido el guante.