El Ministerio de Hacienda ha vuelto a constatar, una vez más, el sistemático maltrato que sufren las arcas de la Generalitat Valenciana. Esta vez, los indicadores no emanan ni de los Presupuestos Generales del Estado -donde año tras año se consignan menos fondos para inversiones de los que corresponderían por su número de habitantes-, ni de la liquidación del sistema de financiación autonómica -ese modelo que priva al Consell de ingresar 1.300 millones de euros anuales que también debería recibir por población­-. El expolio se cuantifica ahora en las balanzas fiscales que ha dado a conocer el departamento de Cristóbal Montoro en el «Informe sobre la dimensión territorial de la actuación de las Administraciones Públicas», relativo al ejercicio económico de 2014.

En él, Hacienda radiografía con todo detalle los fondos que aportan las distintas comunidades autónomas al conjunto del país y el dinero que finalmente éstas reciben de la administración central y de la Unión Europea. Pues bien, la Comunidad Valenciana vuelve a aparecer en el documento como una de las grandes damnificadas. En concreto, y pese a disponer de una renta per cápita inferior a la de la media del país, la Comunidad aporta 1.735 millones más de los que recibe. Posee el tercer saldo negativo más elevado de todas las regiones, solo por detrás de Madrid (-19.205 millones) y Cataluña (-9.892 millones) -ambas con mayor PIB per cápita-, y además ha empeorado levemente su situación respecto al año anterior. Es decir, 2013. Tal y como se recoge en el propio informe, ese saldo negativo se ha incrementado en 202 millones, puesto que ha pasado de -1.533 a -1.735 millones. Está, por ende, cada vez peor.

Los últimos datos difundidos por el Ministerio de Hacienda son relativos a 2014. Curiosamente, el año que debía haber entrado en vigor el nuevo modelo de financiación autonómica. El Gobierno central, sin embargo, aprovechó la delicada situación económica por la que atravesaba entonces España para aplazar la revisión del sistema de reparto de fondos. La realidad, sin embargo, fue que el Ejecutivo no quiso avivar una guerra entre comunidades. ¿Y qué ocurrió finalmente? Pues que el modelo de financiación, en vigor desde 2009 bajo mandato del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, continuó utilizándose... hasta hoy. La Conferencia de Presidentes incluso acordó que este mismo año se pusiera en funcionamiento el nuevo, pero el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha decidido posponerlo hasta 2018.

Los resultados son evidentes: la Comunidad continuará por ahora infrafinanciada y, por tanto, seguirá aportando más de lo que recibe. En el informe, sin ir más lejos, se evidencia también esta discriminación por habitante. En concreto, los ciudadanos de la Comunidad recibieron en 2014 un índice de financiación del 94,6. Es decir, 5,4 puntos por debajo de la media. Fue el guarismo más bajo de todo el país.

PIB per cápita

Todas estas cifras dejan a la Comunidad Valenciana como una de las regiones españolas más damnificadas. Y es que a pesar de que el PIB per cápita se encuentra por debajo de la media nacional, como se puede apreciar en el gráfico que acompaña a esta información, el saldo fiscal relativo es negativo: representa el -1,78% del PIB.

El estudio sobre las balanzas fiscales del Ministerio de Hacienda publicado este pasado jueves ofrece los resultados del sistema de cuentas públicas territorializadas correspondientes al año 2014. Se trata de una operación estadística, incluida en el Plan Estadístico Nacional, que hace una radiografía detallada de la distribución territorial de los presupuestos públicos de el prisma carga/beneficio en relación a los ingresos y el gasto. Se trata de un análisis, como recoge la web del Ministerio de Hacienda, que permite conocer el origen de los saldos fiscales regionales así como profundizar en la incidencia regional de la actuación de las administraciones públicas.