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Compromís abre una guerra contra los vicepresidentes de la Diputación

La institución provincial lleva hoy para su aprobación una subvención millonaria al pueblo de uno de sus diputados

El diputado provincial Alejandro Morant.

El cuestionamiento del reparto de ayudas a dedo de la Diputación de Alicante por parte de Compromís ha vuelto con fuerza. La coalición ha puesto el foco en la concesión de las subvenciones nominativas a los municipios de cargos del equipo de gobierno del PP y ha abierto una guerra contra los vicepresidentes de la institución provincial, alcaldes a su vez de pueblos en los que las ayudas directas no solo son cuantiosas, sino que financian de forma íntegra toda la ejecución del proyecto.

El primer golpe se lo ha llevado el vicepresidente tercero de la institución provincial, Alejandro Morant, alcalde de Busot, un municipio de 3.200 habitantes que ha recibido casi 800.000 euros para un polideportivo que la Diputación sufragará al cien por cien. El portavoz de Compromís, Gerard Fullana, ha arremetido en ocasiones contra «el tono chulesco» de Morant, al que no ha soltado desde que César Sánchez le concedió estos fondos para el pabellón.

La ayuda al pueblo del vicepresidente tercero es la tecera subvención nominativa más alta de cuantas ha concedido César Sánchez en su mandato. Porque la más cuantiosa fue la que se autoadjudicó a su municipio, Calp, donde Sánchez es alcalde, una subvención de más de dos millones de euros para la mejora de los accesos a la localidad desde la N-332. Y la segunda subvención nominativa más elevada se lleva hoy a la Comisión de Infraestructuras, con más de un millón de euros para el mercado municipal de Mutxamel, el único municipio que el PP tiene en la comarca de L'Alacantí y donde es alcalde uno de los diputados del equipo de gobierno de Sánchez, Sebastián Cañadas. Según ha podido saber este diario, el equipo de gobierno lleva hoy a la sesión ordinaria de la comisión informativa de Infraestructuras la aprobación de una subvención al Ayuntamiento de Mutxamel por un importe de 1.160.962 euros para la reconversión del antiguo colegio El Salvador en un mercado municipal. La cantidad que la Diputación sufragará cubre el cien por cien de la obra, algo que a Compromís le molesta especialmente ya que otros municipios sí han tenido que pagar entre el 15% y el 50% de las subvenciones de sus proyectos. Por ese motivo, Compromís reclama la devolución a los pueblos del total de seis millones de euros que han pagado entre todos por las obras al aportar un porcentaje que, en otros casos, ha sido «regalado» por la Diputación en el tiempo justo para que puedan estar listas las obras en 2019, año electoral y donde el PP se juega la recuperación de los municipios en los que gobernaba y que ahora dirigen gobiernos de izquierdas a través de pactos. La pugna amenaza con marcar el inicio del curso político, ya que la Diputación tiene pendientes ayudas directas a otros pueblos como Redován o Planes, donde son alcaldes los vicepresidentes quinto y sexto de la Diputación, respectivamente.

La guerra de Compromís montando el caballo de batalla del reparto de subvenciones en plena recuperación del debate sobre el mantenimiento de las diputaciones ha encontrado la contestación de Carlos Castillo, vicepresidente cuarto, portavoz del PP en la Diputación y uno de los cargos populares con los que Gerard Fullana más «rifirafes» ha protagonizado en los plenos. Castillo defiende la gestión de la institución y recalca que cumple con la ley en materia de subvenciones, mientras que Fullana incide en que no está en contra de los proyectos, sino de «planes de obras encubiertos a los 'vices' que no paga porcentajes que sí pagan otros».

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